DRA. MARÍA LUZ ANDRÉ
MÉDICO NUTRICIONISTACLÍNICO
El cerebro es el órgano más importante de nuestro cuerpo y el que más energía consume, por eso la alimentación juega un papel primordial a la hora de cuidarlo y potenciarlo para mantener en buen estado nuestras neuronas y así favorecer su perfecto funcionamiento. Una dieta demasiado abundante en ácidos grasos saturados favorece el agarrotamiento de las membranas celulares.
Las grasas saturadas abundan en las carnes, los productos lácteos, las margarinas y la bollería; su exceso daña indirectamente al cerebro porque predispone a la resistencia a la insulina, un trastorno que afecta a la capacidad para controlar la tasa de azúcar en la sangre y que precede a la diabetes.
El cerebro necesita ácidos grasos omega 3, que se encuentran en los pescados grasos y aceites vegetales como los de lino, nuez y soja que son los más adecuados para mantener flexibles y sanas las membranas celulares, sin olvidar la presencia del pescado en la dieta, ya que la falta de este alimento produce alteraciones nerviosas.
En condiciones normales, el cerebro humano consume el 20 por ciento del oxígeno que necesita nuestro cuerpo para funcionar. Y ese funcionamiento exige ni más ni menos que el 25 por ciento de la glucosa total que precisamos a diario (la obtenemos de las frutas, verduras, carbohidratos integrales cocinados al vapor y evitando las frituras).
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