Fátima Arellano
Símbolo de belleza y buena salud. Un cabello largo, sedoso y con brillo representa fortaleza y buen cuido; todo lo contrario cuando se pone quebradizo, débil, opaco y no crece.
El cabello es tan sensible y en nuestra vida tan importante, que exterioriza lo que por dentro nos sucede y nos da señales de alerta, como el de una posible debilidad física, falta de vitaminas, enfermedad o de cuan agresivo podría ser determinado tratamiento, como el de quimioterapia.
De acuerdo con el doctor Jorge Neira, dermatólogo de la Clínica Piel de Ángel, la alopecia (pérdida del cabello) inducida por quimioterapia es uno de los efectos secundarios más angustiantes de las pacientes, que tiene repercusiones en la calidad de vida, afectando a su vez la pronta curación del cáncer.
“El paciente oncológico presenta dos tipos de alopecia inducida: una por quimioterapia, que es transitoria, y otra inducida por la radioterapia, que en muchas ocasiones es permanente porque es una alopecia cicatrizal, que provoca una cicatriz en el área afectada y destruye los folículos pilosos”, explica el doctor Neira.
Agrega que la caída del cabello sucede porque la quimioterapia afecta todas las células del cuerpo, no solo las células cancerosas, y aclara que no todos los tratamientos de quimioterapia producen caída del cabello, pues que se debilite o mantenga su condición dependerá tanto de los fármacos y las dosis, como de la duración del tratamiento, la vía de administración y la susceptibilidad individual de cada persona.
“La pérdida inicia tras los primeros siete o diez días de la instauración de la quimioterapia y se hace clínicamente aparente en los primeros dos meses. Puede perderse hasta el 90 por ciento de la densidad total del pelo y la pérdida continúa luego de tres a cuatro semanas. El efluvio anágeno es reversible y el crecimiento de pelo nuevo comienza algunas semanas posteriores al cese de la quimioterapia”, expone el especialista.
El tratamiento puede afectar el pelo de la cabeza, la barba, los bigotes, las cejas, pestañas y vello púbico. Según el doctor Neira, un gran porcentaje de pacientes notan un cambio de coloración, tipo y textura en el aspecto de su cabello comparado con el anterior al tratamiento.
“Es interesante hacer notar que en los diversos estudios se ha comprobado que la mayor parte de pacientes oncológicos, sobre todo mujeres, han manifestado que la peor parte de la quimioterapia es la alopecia. En la mayoría de los casos denota una baja autoestima, una imagen corporal negativa y una disminución importante de la calidad de vida. Por eso algunas personas recomiendan cortarse el cabello antes de comenzar el tratamiento”.
Cuidado del cabello y del cuero cabelludo
Sufrir de cáncer y pasar por un tratamiento de quimioterapia no es nada fácil ni resulta una grata experiencia. Como el crecimiento del cabello está ligado también a la salud y a los buenos cuidados, el doctor Neira nos brinda algunas recomendaciones que pueden ser útiles durante el tratamiento que se emplea para combatir el cáncer:
* Usar un champú suave, como el indicado para bebés. Es mejor no lavarlo todos los días ni hacerlo enérgicamente.
* Usar un cepillo suave y peinarse con delicadeza.
* Proteger el cuero cabelludo del sol y usar protector solar, sombrero o pañuelo cuando esté al aire libre.
* Cubrirse la cabeza en las noches de frío para evitar que el cuerpo pierda calor.
* Evitar usar secador de cabello con aire muy caliente, así como rizarse o alisarse el cabello con productos químicos.
* Evitar usar tinturas permanentes o semipermanentes.
* Usar una funda cómoda y suave para la almohada de la cama.
* Hablar con su dermatólogo antes de usar cualquier crema o loción para el crecimiento del cabello.
Una vez que el cabello vuelve a crecer es muy importante tratarlo con cuidado. En un principio —asegura el doctor Neira—, el cabello nuevo será mucho más fino y se dañará con mucha más facilidad que su cabello original, por eso es recomendable que acuda con su especialista para que le oriente de qué manera lo podría fortalecer para un crecimiento más saludable.
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