Carla Fjeld
PhD en Nutrición Humana
La linaza es una semilla pequeña, pero repleta de nutrientes. Una característica de la linaza es su contenido de las grasas omega-3, importantes porque ayudan a bajar la inflamación asociada con el génesis de enfermedades crónicas como artritis, asma y algunas enfermedades cardiovasculares.
La fuente clásica del omega-3 incluye pescado selvático de las aguas frías. Además de tener omega-3, la linaza es una buena fuente del mineral magnesio. La linaza es una excelente fuente de fibra, soluble tal como no soluble y, por lo tanto, ayuda a bajar el colesterol y se promueve el control de la glucosa en la sangre.
La linaza tiene un alto contenido de algunos antioxidantes. Para aprovechar sus nutrientes, hay que molerla, porque al comerla entera las semillas no son digestibles. Es mejor molerla en casa para que sea fresca. El aceite de linaza no tiene ni la fibra ni los antioxidantes contenidos en la semilla, pero sí tiene las grasas omega-3.
El aceite de la linaza es polinsaturada, por lo que se oxida rápidamente. Es por eso que se debe guardar la linaza molida, tal como el aceite de linaza, en el frío y sin luz y así se puede guardar unos meses. Se recomiendan de dos a cuatro cucharadas de linaza molida al día.
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