Julio Portocarrero Arancibia
La música forma parte de la vida misma. Cada temporada del año tiene sus melodías propias, las cuales guardamos en algún recoveco de la memoria. Al recordarlas una oleada de sentimientos, gustos y sensaciones nos invaden. La música navideña no es la excepción.
En Nicaragua esta contiene elementos religiosos y populares en torno a la celebración del nacimiento del Niño Dios. Los villancicos y sones de pascuas son las principales manifestaciones musicales en esta temporada que se vive en familia. ¡Qué sensaciones despierta en nosotros escuchar las interpretaciones musicales de “Ese cabellito rubio” o “Una pequeña pastorcita”.
Según el maestro Juan Manuel Mena Ramírez, director del Coro Nacional, los sones de pascua surgen a mediados del siglo XIX y principios del XX. “El tipo son viene influenciado con el movimiento del tiempo de vals, pero se caracteriza con la música propia de América Latina y Nicaragua propiamente por el agregado de instrumentos”, explica el maestro.
Tales instrumentos que también forman parte de la música popular son la guitarra, la flauta e instrumentos de percusión, que se han agregado a lo largo del tiempo “y que se integran al formato con que se ejecuta”, comenta el maestro Mena.
De los villancicos se sabe que eran interpretados en las antiguas catedrales de Toledo y Sevilla. Sin embargo, en Nicaragua suenan armoniosamente, rodeados de una atmósfera de inculturización, en las catedrales e iglesias de mediados del siglo XIX.
Fue así como se fueron incorporando dentro de las manifestaciones de piedad popular. Es así también como hoy forman parte de las tradicionales Posadas del Niño Dios, que se realizan del 16 de diciembre hasta el 24, en vísperas de la fiesta de Navidad.
CARACTERÍSTICAS
Según María Esther López, promotora de la cultura nicaragüense, los sones de pascua no tienen letra, son instrumentales. Sin embargo, hay sones a los cuales el cantautor Carlos Mejía Godoy les puso letras. En el caso de los villancicos, estos “están orientados al precepto del nacimiento del Niño Dios y todo lo que esto conlleva. ( ) Lo que se canta y dice al Niño Dios es lo que los mismos nicaragüenses podemos ver en nuestro entorno”, explica López.
DIFERENCIAS
Aunque para algunos entre los villancicos y los sones de pascua no existen diferencias, López describe a estos primeros como cantos relativos a la Navidad, los cuales varían de acuerdo a su musicalidad. “Los sones de pascua tienen un carácter muy alegre, llevan lo espiritual en el marco de la alegría”, explica López, quien además describe a los villancicos como una forma musical que encierra poesía y que se refiere a la Navidad como un hecho trascendental por el nacimiento de Jesús.
IDENTIDAD
“Nuestros sones de pascua los vas a escuchar plagados de campanitas, chischiles y pajaritos de agua”, comenta López. Según ella, en Nicaragua existen más de 700 sones de pascuas y es deber de todo nicaragüense promover el orgullo nacional a través de lo que representa la cultura.
“Toda esa herencia cultural que hemos recibido nosotros por generaciones debe ser siempre retomada, promovida, debe ser la herencia que le dejemos a las futuras generaciones. Si no hacemos esto a mediano plazo no vamos a tener identidad cultural como país”, explica López. Ella recomienda a la sociedad nicaragüense celebrar estas fiestas decembrinas poniendo la mirada en nuestra propia música.
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