Hazzel Espinoza Iglesias
¿A qué persona no le gustaría tener unos ojos azules, grises o verdes? Por lo general cuando vemos a una persona con este tipo de color de ojos nos impresiona y quedamos estremecidos con esa mirada que impacta.
Según la oftalmóloga y cirujana plástica ocular Gloria Gaitán, del Instituto Médico Especializado, los lentes de contacto funcionan para regular problemas visuales como la miopía, astigmatismo e hipermetropía.
“Se pueden utilizar para corregir su alteración visual refractiva y para evitar usar los marcos de los lentes”, asegura.
Aunque su origen fue cosmético, con el tiempo se dieron cuenta que con este tipo de lente se obtiene una mejor visión periférica, es decir, una visión completa.
No existe una edad determinada para utilizar los lentes de contacto; no obstante, para los niños y jóvenes menores de 14 años que practican un deporte y presentan problemas visuales, la especialista recomienda los goggles (gafas protectoras) porque son prácticos para cuando se está en movimiento.
“Se necesita un adolescente responsable, porque el uso del lente de contacto conlleva a un cuidado especial del ojo y del lente. Más que la edad, depende el tipo de responsabilidad”, recalca la oftalmóloga.
Antes de utilizar unos lentes de contacto es necesario visitar a un oftalmólogo para que recomiende qué tipo de lente es el indicado.
“Los lentes de contacto se clasifican en esféricos y tóricos, esto de acuerdo a su funcionamiento y prevención de problemas visuales. Los esféricos corrigen miopía e hipermetropía y los tóricos corrigen astigmatismo (uno de los meridianos de la córnea que está con una curvatura anormal). La graduación de ese lente tiene que estar en ese meridiano para que el paciente vea con claridad”, detalla la doctora Gaitán, quien recomienda desechar los lentes de contacto en su período de vencimiento para prevenir complicaciones en el ojo.
Es fundamental tener medidas de higiene para evitar infecciones y enfermedades. La doctora Gaitán menciona que estas infecciones pueden ser bacterianas y por amebas acanthamoeba (tipo de ameba que está muy relacionada a la infección corneal). Asimismo, se pueden provocar inflamaciones no infecciosas como vasos en la córnea, induciendo a inflamación y vista opaca.
Una de las enfermedades graves que le puede provocar al ojo es la queratitis corneal (úlcera corneal) que puede evolucionar a una perforación ocular si no se toman las medidas de higiene y los tratamientos requeridos por un especialista.
Otras posibles complicaciones son quistes corneales, pannus corneal (tejido conectivo que prolifera en la capa anterior de la córnea periférica) y edema corneal, que es una inflamación que hace que la córnea se ponga opaca.
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