Beata, Sor María Romero
Concédeme Dios mío que mientras voy subiendo la cuesta de mi vida pueda sin interrupción enjugar las lágrimas que encuentre, endulzar amarguras y sinsabores, suavizar asperezas, y echar un poco de bálsamo en todas las heridas.
Haz que pueda hacer sonreír a los tristes y angustiados, dar serenidad a los atribulados, unir a los corazones distanciados y apaciguar enconos y violencias.
Haz que pueda dar siquiera un pedazo de pan a los hambrientos que me pidan un vaso de agua a los sedientos, un retazo de tela a los desnudos y un albergue en mi alma, a todos los peregrinos.
Haz que pueda arrancar las espinas de los corazones oprimidos, devolver la paz a los que la han perdido; cubrir con el manto de la caridad a los pobres y pecadores y derramar por doquiera: refrigerio, descanso, bienestar y calma. Lléname de mansedumbre, humildad, bondad y dulzura; de comprensión, compasión y piedad, y graba en mi alma y en mi corazón tu imagen benditísima, santísima y queridísima, de tal manera que ya no sea a mí a quien vean sino a Ti dulce amor mío.
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