Carla Fjeld
PhD en Nutrición Humana
Las vitaminas del grupo B ayudan a producir energía y mantener la piel, el sistema nervioso y el sistema digestivo saludables. Una deficiencia de vitaminas B puede causar anemia, cansancio, pérdida de apetito, depresión, calambres musculares, pérdida de cabello, eczema, entre otras afecciones.
Podemos obtener su dosis diaria al consumir más granos integrales, lentejas, verduras de hoja verde, carne roja magra, nueces, pescado y cítricos. Una de las vitaminas de este grupo es la vitamina B12. Su carencia puede resultar en una anemia macrocítica, en la homocisteína elevada, neuropatía periférica, pérdida de memoria y otros déficits cognitivos.
Es más probable que estas deficiencias ocurran entre las personas de edad avanzada, ya que la absorción a través del intestino disminuye con la edad; la enfermedad “anemia perniciosa” es otra causa común. También puede provocar síntomas de manía y psicosis. Los mariscos, el hígado, los huevos, la carne roja y algunos quesos son fuentes de esta vitamina.
En general, las plantas no contienen la vitamina B12 porque ésta está producida en el intestino de animales. Los hongos son una excepción, pero su contenido probablemente no es suficiente para satisfacer los requerimentos de la vitamina B12. Los suplementos de esta vitamina son recomendables para personas mayores de edad y para aquellas con dietas que no aportan la cantidad necesaria.
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