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LA PRENSA/ ALFREDO ZÚNIGA.

Plena y feliz

Con una sonrisa amistosa y una conversación relajada se presenta María Mercedes Wong-Valle Aranda, quien a sus 24 años y con una licenciatura en nutrición es propietaria de la Clínica Cardiológica del Valle. Se considera una persona estable a nivel emocional y asegura que actualmente se siente completa y feliz, porque además tiene una excelente relación con su familia y su novio. Se confiesa amante de los deportes, el arte y la lectura. Para ella, una alimentación saludable no consiste en privarse de algunos alimentos, sino de comer de todo en las porciones adecuadas

Geraldina González C.

¿De dónde surgió tu interés por la nutrición?

Surgió en quinto año del colegio. Prácticamente, toda mi vida he hecho deportes, pertenecí a la selección nacional de atletismo y por el hecho de no querer estudiar medicina, porque soy más de aire libre y no de cuatro paredes, surgió mi interés por la nutrición. Además, porque me encanta comer (ríe).

¿En qué proyectos te has involucrado en el campo de la nutrición?

He trabajado en organizaciones no gubernamentales como Visión Mundial Nicaragua. Fue mi trabajo anterior y me tocó vivir fuera de Managua durante un año. He trabajado también con empresas. Ahorita me involucré con una empresa bastante grande que tenemos como misión tratar nutricionalmente al equipo de ventas porque en dos años tienden a subir de peso; son las personas que andan en la calle y se les dificulta comer. También me involucro en obras sociales.

Durante ese año que estuviste fuera de Managua, ¿qué funciones tenías?

Estaba en Santa Lucía, Boaco. Era la encargada del proyecto de salud y atendía cuatro bases principales: nutrición, salud, higiene y lactancia materna y embarazo. Andaba en campo todo el tiempo, alquilaba un cuarto y ahí viví por un año. La experiencia fue bonita y enriquecedora a nivel profesional, pero la verdad es que estoy donde estoy gracias a eso, porque a pesar de que tenía prácticamente todo lo que quería a nivel profesional y estaba creciendo, no quería seguir siendo asalariada, entonces renuncié. Venía a Managua los fines de semana y trabajaba en la parte comunitaria y clínica. Yo renuncié porque tenía un vacío espiritual increíble, ya que estaba sola allá, y después de un año ya se siente la soledad. Eso me afectó mucho, así que decidí renunciar y regresar para poner mi propia clínica.

¿Cómo fue ese proceso?

Pasé un mes en proyectos con empresas, pero al poco tiempo decidí poner mi clínica, y la verdad es que gracias a la confianza y el apoyo que me dieron mis amigos y mi familia, logré instalarle en agosto del año pasado. Claro, con miedo, pero gracias a Dios tenía ahorros y la pude formar. Todo lo que tengo me ha costado, y poco a poco he ido creciendo. Ha sido una experiencia muy bonita porque me he sentido capaz y eso se lo debo a mi trabajo, que es lo que me llena.

¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción en este período?

La verdad es que cada vez que piso la clínica me siento completa. Pero a nivel profesional, mi mayor satisfacción ha sido ganarme la confianza de doctores que tienen trayectoria. Que llegue una persona nueva, joven y te ofrezca un servicio y ellos confíen en vos y luego vean los buenos resultados que han tenido los pacientes, es la mayor satisfacción.

¿Qué planes personales tienes?

Terminar de formarme profesionalmente. Quisiera ir a estudiar mi maestría el próximo año, quizás en Australia o Costa Rica. A nivel personal, tal vez en unos cinco años, tener una familia, pero antes lograr mi independencia total porque todavía vivo con mi mamá.

¿Cuál es tu principal motivación?

Definitivamente mis pacientes. Cuando se logra una meta por muy pequeña que sea, es gratificante. Ver la cara de ellos, la emoción con la que llegan y la manera en cómo te lo agradecen, es lo que a mí me motiva porque sí siento que aporto a la gente. Yo estoy feliz con lo que hago y eso es lo que me mantiene motivada.

A tus 24 años trabajas en lo que te apasiona y ya tienes tu propia clínica, ¿qué le dirías a las mujeres que también tienen metas que quieren cumplir?

Primero, que estén seguras de que eso es lo que quieren. Segundo, que confíen en ellas mismas porque la seguridad es muy importante. Y tercero, que sean felices con lo que hagan, que amen lo que hagan y que crean en eso, porque hay que quitarse el miedo.

Nosotras entrevista Nutrición

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