Geraldina González C.
Nuestro rostro es la principal carta de presentación, ya que es lo que mostramos a los demás. Y aunque nos encante lucir maquilladas, es importante cuidar la piel del rostro y retirar la carga de maquillaje todos los días para conservar la belleza y frescura de la piel.
Por eso, para poder darle al rostro el cuidado que requiere es necesario saber qué tipo de desmaquillante debemos utilizar para no provocar resequedad o algún tipo de lesión en el rostro.
Tipos y características
Lizeth Gaitán, estilista profesional y propietaria de Delia’s Place Beauty Salon & Spa, aclara que cuando hablamos de los tipos de desmaquillantes, la diferencia entre estos se encuentra en los componentes, pues algunos están dirigidos para pieles jóvenes o delicadas que usan poco maquillaje, y otros para quienes acostumbran utilizar varias capas de maquillaje.
“Los desmaquillantes para pieles sensibles o delicadas que no están cargadas de maquillaje están hechos a base de líquidos no grasosos. Son ideales para retirar maquillaje de uso diario no waterproof, es decir solventes al agua. Pueden utilizarse por la mañana y por la noche”, explica Gaitán, quien además agrega que el principal beneficio de este tipo de desmaquillante es que puede aplicarse en todo tipo de piel y no la ensucian.
Los desmaquillantes oleosos, nos dice la especialista, normalmente están hechos a base de componentes naturales como aceite de almendras, aceite de oliva y de diferentes extractos de plantas.
“Muchas personas piensan que usar desmaquillantes de ojos o rostro de base aceitosa va a provocar acné o engrasar más la piel, y eso es un mito. Los aceites en el rostro van a remover suavemente el maquillaje sin lastimar el rostro”, aclara Gaitán.
Este tipo de desmaquillante es ideal para personas que están muy cargadas de maquillaje y necesitan removerlo fácilmente. También para remover máscaras de pestañas muy pesadas o para los labiales de larga duración. La estilista profesional recomienda utilizar este producto con un jabón facial líquido o una leche facial.
“Hay que remover el exceso de maquillaje con un desmaquillante oleoso y luego remover las capas de grasa con una leche facial o un jabón liviano para obtener una piel limpia”, aconseja.
Existe otro tipo de desmaquillante que combina líquidos y aceites, los llamados bifase. De acuerdo con Gaitán, estos se recomiendan para pieles sensibles por dos razones: no satura la piel de grasas y tampoco cuesta remover el maquillaje.
Regularmente, este tipo de desmaquillante contiene humectantes que permiten dejar la piel ligeramente hidratada, lo que no impide que posteriormente utilicemos un humectante para el rostro.
Según tu piel
Lizeth Gaitán afirma que las pieles jóvenes pueden utilizar desmaquillantes líquidos, acuosos y poco grasosos, ya sea un bifásico o una leche limpiadora.
En cambio, las pieles maduras pueden utilizar productos más oleosos, ya sea cremas limpiadoras que contienen emolientes que van a nutrir y también limpiar, o desmaquillantes oleosos y bifásicos para añadir ese toque de hidratación y grasita que se ha perdido.
Las pieles secas pueden utilizar las cremas más que los jabones para poder nutrirlas y deslizar suavemente para evitar lesiones.
Una vez que hayas removido el maquillaje del rostro, el siguiente paso recomendable es tonificar la piel, aplicando el tóner con una bellota de algodón, haciendo movimientos en forma ascendente para desencrustar impurezas que están en la parte más profunda de la piel y en los poros. Después de esto, puedes aplicar algún tratamiento, ya sea hidratante, reductor de manchas o antienvejecimiento.
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