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Peinados: Elvis Murillo para Juan Brenes Salón e Instituto de Alta Peluquería. Maquillaje: Carlos Castillo, con productos Avon Nicaragua, también de Juan Brenes Salón e Instituto de Alta Peluquería. Vestuario y accesorios: G&B Boutique.

Marline Barberena

La corona que porta desde la noche del 15 de marzo, es su mayor logro y satisfacción. Para nadie es desconocida la situación que se ha desencadenado desde antes del día del certamen. Los ojos de los nicaragüenses estuvieron puestos en esa noche, algunos para apoyar a su candidata favorita, otros para constatar quién entregaría la corona de Miss Nicaragua 2014.

 

Fátima Arellano

La corona que porta desde la noche del 15 de marzo, es su mayor logro y satisfacción. Para nadie es desconocida la situación que se ha desencadenado desde antes del día del certamen. Los ojos de los nicaragüenses estuvieron puestos en esa noche, algunos para apoyar a su candidata favorita, otros para constatar quién entregaría la corona de Miss Nicaragua 2014.

Muchos lo denominaron el gran misterio que por fin se conocería, desviando el foco principal que persigue el certamen: elegir a la nueva reina de la belleza nicaragüense.

Esa noche, el ambiente se tornó tenso con comentarios de todo tipo, que hasta el día de hoy continúan, sobre todo para los presentadores de televisión que dirigieron el certamen, también por el traje nacional que obtuvo el primer lugar y para Marline, por tener doble nacionalidad.

Su belleza y talento es innegable, pero hay más que solo eso en Marline. Hay toda una historia de triunfos y fracasos, de alegrías y tristezas. Hay una mujer, un ser humano que está en contra del maltrato hacia los animales y que desea continuar con su preparación para representar muy bien a su país.

No espera aplausos ni persigue obtener alabanzas, solo desea ganarse el cariño y respeto de las personas siendo ella misma, Marline del Carmen Barberena Peugnet.

Se nota en tu rostro mucho agotamiento físico, ¿han sido difíciles estos días de reinado?

Difíciles no, pero la agenda ha estado llena y eso quiere decir que desde temprano tengo que estar de pie, preparándome para una nueva presentación. También porque casi no hemos descansado, desde antes del certamen hasta ahora, es como tener una acumulación de todo.

Ahora que portas la corona de Miss Nicaragua, ¿qué sientes, qué significa para ti?

Aún estoy en el proceso de creer que la tengo, que soy Miss Nicaragua 2014, porque aunque siempre la quise y me esforcé mucho para ganar, no es lo mismo tenerla. Siento mucha felicidad, pero a la vez es una gran responsabilidad, eso significa para mí. La veo, la toco y digo: tengo que dar lo mejor de mí, tengo que hacerlo bien, sobre todo porque más allá de representar la belleza nicaragüense, sé que mi deber es ayudar a los demás y apoyar en todo lo que pueda.

¿Qué programas u organismos deseas apoyar?

Aún no he definido con exactitud los organismos, pero sí tengo claro que deseo apoyar a la juventud de nuestro país, a la niñez y a las mujeres. También deseo trabajar en pro del medioambiente y de los animales. Estoy en contra del maltrato animal y me afecta que estemos perdiendo nuestros recursos naturales, como la reserva de Bosawas. Hay muchas causas que apoyar, y yo deseo estar presente en todo lo que me permitan.

¿Permanecerás en Nicaragua todo tu año de reinado?

Sí. No planeo estar viajando constantemente. Primero porque sé que ahora mi lugar está aquí y, segundo, porque eso implicaría más costos y yo estoy cubriendo mis gastos personales, fruto de los ahorros de mi trabajo.

Como administradora de empresas, ¿aplicas tu carrera en tu vida, en tu día a día?

Siempre. En todo. Yo no nací en cuna de oro y nada lo he obtenido fácilmente. Lo que tengo me ha costado mucho trabajo y esfuerzo. Trabajo desde muy joven para mantenerme y eso me satisface, porque sé lo que cuesta la vida, me hace ser más consciente y valorar mejor las cosas.

¿Cómo ha sido tu vida en Miami y la de tu mamá?

No ha sido nada fácil. Vivir allá es muy duro, hay que trabajar constantemente, tengas o no residencia, seas o no nacional, la vida es difícil. Pero no me quejo, porque mi madre me ha enseñado a ser agradecida y a valorar lo que tenemos. Ella es mi mejor ejemplo y orgullo. Desde niña la he visto trabajar muy duro para darme una vida mejor. Ella emigró en los años ochenta junto con mi papá, pero después de un tiempo se separaron. Nací allá por situaciones del destino, pero siempre he venido para visitar a mi familia.

¿En algún momento has sentido rechazo o discriminación?

Es complicado y también triste. Allá soy hija de padres emigrantes y aunque he podido estudiar, trabajar y hacer mi vida, sigo siendo hija de emigrantes. Y al venir aquí, al país de mis padres, abuelos y de toda mi familia, país que también es mío, las personas no me aceptan. No sé si es discriminación en sí, pero me pone triste y hace que me pregunte: ¿quién me acepta? ¿A dónde pertenezco? Pero yo me siento nicaragüense, me enorgullece decirlo. Quiero proyectar unión, porque no importa dónde estemos, sino lo que sintamos en nuestro corazón.

¿Participar en el certamen de Miss Nicaragua te motivó a venir y residir por un tiempo aquí?

Yo siempre he venido, procuraba al menos que fuera dos veces al año para visitar a mi familia y disfrutar del país. Participar en el certamen fue algo con lo que siempre soñé, pero no lo hice antes porque necesitaba culminar mi carrera, trabajar y ahorrar dinero. También porque sentí que necesitaba más experiencia y madurez para actuar con responsabilidad en todo.

Me siento feliz de poder permanecer por un año completo y quizás podría ser por más tiempo, porque no tengo nada planeado aún para después de este año.

El estilo de vida de todos los países es distinto, pero ¿aquí, en qué has sentido mayor diferencia?

Disfruto mucho mi país en todo, pero he sentido mucha diferencia en los costos de los productos, sobre todo de la ropa. Me disculpan por la expresión, pero lo siento injusto, porque los salarios no son altos como para cubrir esos precios.

Con respecto al certamen de Miss Universo, ¿toda tu preparación estará a cargo de la organización de Miss Nicaragua, o también lo complementarás por tu cuenta?

No, todo será con la organización. Pasarela, modelaje, maquillaje, peinado, oratoria, entre otras clases que recibiré, estarán a cargo de la organización de Miss Nicaragua. No sé aún si me enviarán a otro país a recibir clases, pero si así fuera, iré.

El nombre de Nicaragua estuvo muy bien representado el año pasado y se espera que este año también. ¿Sientes algún tipo de presión al respecto?

Es normal que se espere el mismo resultado o mayor, y claro que me encantaría y por eso seguiré trabajando en mi preparación para dar lo mejor de mí en Miss Universo. Confieso que ahorita no estoy tan enfocada en lo que podría ser el certamen, porque deseo priorizar las actividades que se desarrollen aquí, pero por supuesto que trabajaré mucho para que haya una digna representación y para que no haya presión. Lo haré con humildad y entusiasmo. Me esforzaré.

Este año se rompió con la tradición de la coronación. ¿Qué sentiste en el momento en que te pusieron la corona y la banda?

Yo no sabía quién entregaría la corona, al igual que todos. Cuando solo quedamos dos, yo estaba más concentrada en escuchar el nombre de la ganadora que de saber quién coronaría. Cuando mencionaron el nombre de la primera finalista, yo seguía esperando que dijeran mi nombre para creerlo. Estaba feliz de saber que había ganado y ni sentí en qué momento me pusieron la corona. Estaba nerviosa y emocionada. Nada más pasaba por mi mente.

¿Te habría gustado que Nastassja Bolívar te hubiera coronado?

Sí. Yo a ella la admiro y respeto. No he venido a quitar luz. Ambas tenemos algo en común. Cuando ella audicionó para Nuestra Belleza Latina, yo también lo hice. Ella quedó ese año y yo solo lo logré hasta el año pasado, aunque no haya llegado a las finales. Ella me aconsejó antes del concurso de Miss Nicaragua. Me dijo que creyera y confiara en mí.

¿Has conversado después de la noche del concurso con ella?

No hemos podido conversar, solo antes del evento. Yo le pregunté que si el año pasado dudó por algún momento que lo lograría. Ella me respondió que solo por unos instantes, después de la ronda de preguntas y respuestas, pero que eso no la desanimó, porque siguió creyendo en sí misma. Me dijo que creyera en mí y que mantuviera una mente positiva.

Imagino que el próximo año te gustaría coronar, hacer tu desfile y dar tu discurso de agradecimiento y despedida.

¡Por supuesto! Yo voy a coronar y haré todo bien para que así sea.

Nosotras Marline Barberena Miss Nicaragua 2014

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