Geraldina González C.
¡Qué calor! Es una de las frases más comunes que escuchamos durante la temporada de verano, mientras intentamos contrarrestar los claros signos que las altas temperaturas provocan en nuestro organismo: sudoración, sed, dolor de cabeza, entre otros síntomas que parecen no tener mayor importancia.
Sin embargo, no atenderlos podría tener consecuencias mayores que perjudican nuestra salud, siendo la más grave la muerte, así lo explica el doctor Neri Olivas Castro, especialista en medicina interna.
“Existen casos delicados, por ejemplo aquellas personas que tienen una enfermedad crónica y están tomando medicamentos diuréticos o medicina para el corazón como betabloqueadores. Ese tipo de medicamentos no le permiten al corazón dar la alerta al sistema que indique que está fallando. Lo mismo sucede con la gente que está tomando bebidas alcohólicas, ya que pierden la regulación interna de los órganos y como consecuencia no pueden manejar bien la temperatura, ahí está el problema serio”, señala el especialista.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
Exponernos al calor extremo, ya sea en un lugar con poca ventilación o directamente bajo el sol puede provocar las siguientes manifestaciones: respiración entrecortada, falta de aire, aceleración de las palpitaciones del corazón, sudoración, dolor de cabeza, sensación de desmayo, sed, y en algunos casos alteración del comportamiento provocado por variaciones en el sistema nervioso.
“El otro síntoma grave además del problema respiratorio es el dolor de cabeza intenso porque puede ser un dato de edema o de inflamación en el cerebro. También se puede dar una baja de presión por falta de bombeo sanguíneo o por inadecuado bombeo sanguíneo del corazón, se baja la presión y puede darse un estado de shock. La presión baja provoca que la persona se ponga helada, sudada y pálida, y hasta podría morir”, explica el doctor Olivas.
De igual manera, la fiebre también puede ser consecuencia de la insolación. El especialista recalca que en caso de presentarse temperatura corporal igual o mayor a 38 grados Celsius, lo más indicado es llevar a la persona al hospital para recibir la atención necesaria.
¿QUÉ HACER?
Para confrontar la insolación, se recomienda consumir agua para rehidratar el cuerpo, evitando bebidas azucaradas, alcohol y café. El doctor Neri olivas menciona que lo más adecuado es tomar bastante agua y aplicar compresas de agua fría en el cuello, en las axilas, en la ingle, en el abdomen y en la cabeza.
“Se puede preparar un litro de agua fresca o fría con una cucharadita de sal para tomarlo en pequeñas cantidades, puede ser una taza cada veinte minutos hasta que se recupere. Si el paciente está con vómitos, pérdida del conocimiento o alteraciones de la conducta mejor no ofrecerle nada por vía oral, y llevarlo al hospital para que lo asistan porque en ese caso necesitan ponerle oxígeno, soluciones intravenosas, y medicamento para el corazón”, enfatiza el especialista.
Antes de aplicar las compresas hay que sacar a la persona a un lugar fresco o bajo una sombra, ponerle un abanico o ventilador para que le de aire y después ponerle las compresas de agua fría y ofrecerle líquido.
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