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LA PRENSA/ A. ZÚNIGA.

Con vocación y amor para ayudar a la niñez

Su espontaneidad y positivismo son las mejores cualidades de Ivette Lucía Icaza Rugama, quien desde 2006 es la directora administrativa de la Unidad de Quemados de la Asociación Pro Niños Quemados de Nicaragua, Aproquen. Ella confiesa que nunca va a tener su propia clínica de rehabilitación, porque cobrarle a las personas a cambio de su salud no es lo suyo

María Melba Calero

¿Siempre quiso estudiar Medicina?

Toda mi vida pensé en estudiar Ingeniería en Sistemas, pero tres meses antes de ir a la universidad para realizar la prematrícula y el examen de admisión, vi un programa en la televisión que hablaba sobre el cuerpo humano y quedé encantada. Por eso, al momento de escribir las opciones de carreras en la universidad, puse como primera opción Medicina y como segunda la carrera de Ingeniería en Sistemas. Clasifiqué en la que quería y cuando entré a la universidad quedé más fascinada por la Medicina y también afiancé mis bases como católica, porque el cuerpo humano es tan perfecto que solo alguien supremo pudo haberlo creado.

¿Cómo llegó al puesto en donde está?

Primero empecé como médico general en la Unidad de Quemados del Hospital Vélez Paiz, y como en esa época hubo una huelga me incluyeron como asistente de los cirujanos plásticos. Ahí estuve ocho años, tiempo que aproveché para estudiar todo acerca de la unidad. Después estudié una maestría en Salud Pública y al terminarla Aproquen me incorporó en el programa que empezaba a desarrollar, que era de rehabilitación para pacientes quemados. Tiempo después me ofrecieron el cargo de administradora.

¿Alguna vez imaginó estar en este cargo?

No. Cuando terminé la carrera me sentí inclinada por la cirugía de tórax, pero nació mi hijo y tuve que recapitular mi vida y analicé si me convenía irme a México a estudiar. Posteriormente, mi papá murió en un accidente de avión y en esos meses surgió la oportunidad de trabajar con Aproquen y no lo dudé dos veces y acepté.

¿Cuáles han sido las actitudes que le han ayudado en su vida?

Me encanta recibir críticas constructivas y siempre busco la retroalimentación para desarrollarme mejor como persona y como profesional. Si uno no está abierto a que te digan lo malo o lo que te falta, jamás vas a crecer. También siempre he estado abierta al cambio, porque las cosas cíclicas me aburren y eso aquí es casi imposible que suceda, porque estamos en constantes retos y proyectos. Sinceramente, me pagan por hacer algo que me gusta.

¿Qué planes personales tiene?

Primero como ser humano, tratar de hacer el bien a las personas que rodeo, ser útil a la sociedad y tratar de ser una buena madre de un adolescente de 16 años y sacarlo adelante. Como profesional, siempre quiero aprender más, me encantan los retos y los proyectos, porque me dan energía para seguir adelante. Y como administradora de Aproquen quiero que la unidad siga creciendo y así tener un nivel mejor como profesionales y como institución para darle lo mejor a los pacientes.

¿Cuál ha sido el mayor reto que ha enfrentado?

Hay muchos retos para un médico que trabaja en una institución como Aproquen, porque dependemos de las donaciones para ejecutar proyectos. Todos los días es un reto dar un tratamiento de calidad a nuestros pacientes y a la vez con calidez humana, para que ellos se sientan como en familia.

¿Alguna vez ha pensado en tener su propia clínica de rehabilitación?

No, nunca lo he pensado. No puedo cobrarle a las personas por devolverle la salud. Sí he tenido varias oportunidades de estar en clínicas privadas, pero no me he ido porque al final no me sentiría bien conmigo misma.

¿Cómo se visualiza dentro de algunos años?

Me veo transmitiendo mis conocimientos y mi experiencia a la nueva generación de médicos, y a la vez tratando de impulsar a los jóvenes a soñar en grande para ayudar a la sociedad.

¿Le gustaría que su hijo siguiera sus pasos?

No, porque hay que tener mucha vocación para esta carrera y aunque él ha crecido y se ha involucrado bastante con la unidad de Aproquen no le miro esa pasión por la Medicina. Desde los 10 años ha dicho que quiere ser chef. Él se mira atendiendo a sus amigos y a sus familiares en un restaurante, y yo lo apoyo.

¿Qué le diría a los jóvenes que están empezando la carrera de Medicina?

La mayoría no están claros de lo que les espera. Siempre les digo que la carrera de Medicina debe tener dedicación y para poder sobresalir debes trabajar y estudiar mucho, también ser disciplinado, estar abierto al cambio y querer aprender nuevas cosas.

Nosotras amor vocacion

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