Por Mónica García Peralta
Las gaviotas al tomar agua del océano ingieren grandes cantidades de sal que después deben sacar de su organismo. La única manera de eliminarla es llorando. El ser humano necesita de esta sustancia para su vida, pero sabemos que no la puede tomar directamente del mar, por lo tanto realiza todo un proceso para extraerla.
Sus usos son diversos y van desde la alimentación hasta la industria. Incluso es utilizada en el deshielo de carreteras. Está compuesta por cloro y sodio y su fórmula química es NaCl.
En el mundo se produce en casi todos los países pues además de encontrarse en los océanos, también está presente en minas y algunos lagos. Nicaragua también es parte
de una gran industria mundial con diversas salineras ubicadas en la región del Pacífico, especialmente en León y Rivas.
Según Mauricio Valenzuela, gerente de la empresa La Salinera de Nicaragua (Salinsa), la producción del país es variable y depende sobre todo de las condiciones del clima.
“El año pasado por ejemplo, el invierno duró poco, prácticamente tuvimos siete meses de sol, por lo tanto se produjo bastante sal”, indica Valenzuela.
Se calcula que en el país se consumen unos 1.5 millones de quintales de sal al año, pero según este salinero, el año pasado la producción se sobrepasó y sobraron para el inicio de este ciclo unos 600 mil quintales.
“Es una industria realmente inestable, porque cuando estas cosas suceden el precio se viene para abajo, lo que afecta en gran medida a los productores. Estimamos que este 2014 con los pronósticos de sequía, doblaremos la producción al menos en dos años más”, asegura Valenzuela.
La sal ha estado ligada a la humanidad como moneda, condimento y hasta preservante de momias. Ha causado revoluciones e impulsado economías. Y algunos de los lugares más bellos del mundo son altamente salinos. Lo invitamos a hacer un recorrido gráfico por los procesos, bondades y encantos de la sal nuestra de cada día.
Ver en la versión impresa las paginas: 11