María Melba Calero
En ciertas ocasiones, y por falta de experiencia, solemos cometer errores que impiden el normal desarrollo de nuestras relaciones sentimentales. Cuando nos enamoramos idealizamos a nuestra pareja y nos creemos capaces de superar esas malas rachas, tolerar e incluso perdonar sus arrebatos, porque después de todo pensamos que si nos tratan o tratamos de cierta manera es por amor.
Pero para la psicóloga Hanniell Rivas, no todo lo que consideras normal podría serlo en realidad. La costumbre, la necesidad de afecto, la baja autoestima o el miedo al qué dirán podrían colocarte una venda en los ojos que no te permita analizar si ciertos comportamientos son sanos. No obstante, esto no significa que debamos volvernos personas neuróticas y analicemos hasta el último suspiro.
ORIGEN Y CONDUCTAS
Ciertos comportamientos se han vuelto comunes debido a los patrones de crianza que tuvo la persona, ya sea impuesto por sus padres u algún otro familiar, falta de habilidades sociales, violencia intrafamiliar, desarrollo de patologías y relaciones nulas con el núcleo familiar.
Tanto hombres como mujeres pueden presentar los mismos comportamientos sin diferencia alguna. La psicóloga nos brinda ciertas conductas que suelen pasar inadvertidas durante el noviazgo:
*Sumando lo malo, restando lo bueno. Se da cuando la persona con quien estás, culpa a tu pasado de los errores que cometes en la relación. Si ambos recaen en este sentimiento, donde todo se convierte en ver quién ha dañado más al otro, terminarán sacando cuentas de lo que se deben o sucedió años atrás.
Este tipo de relación se describe como tóxica, porque con el tiempo la persona “saca en cara” las malas acciones que el otro hizo en el pasado para justificar un hecho actual. De este modo manipula a su pareja responsabilizándole.
Si este comportamiento no se detiene en su momento, la pareja tiende a gastar su energía en demostrar que no son culpables. Lo más sano es solucionarlo en el minuto y no guardar el enojo porque después podría ser peor.
*Dar indirectas. Es cuando tu pareja en lugar de pedir algo abiertamente te brinda señales para que averigües lo que en verdad quiere decir.
La psicóloga asegura que las indirectas en una relación no son buenas porque es una señal de que entre la pareja no hay una clara y buena comunicación y muestra que ninguno se siente cómodo hablando abiertamente entre sí, ya que no se sienten seguros de expresar el enojo con el otro.
*Relación rehén. Esta se basa cuando tu pareja tiene una crítica o queja y te chantajea con terminar su compromiso.
Se considera dañino este comportamiento porque el chantaje emocional crea toneladas de dramas innecesarios. Es crucial que las personas comuniquen sus sentimientos para no conllevar un ambiente de desconfianza y manipulación.
*Culpar a la pareja de las propias emociones. ¿Te ha pasado que has tenido un mal día y tu pareja no está siendo un apoyo en ese momento? Desquitarse por ser tan insensible es la salida más fácil que se puede tomar; sin embargo, Rivas asegura que culpar a la pareja por las emociones es una sutil forma de egoísmo.
Es comprensible que a veces se tenga un mal día, pero tu vida no puede girar alrededor de su bienestar emocional y si es así, estás pronto a ser una manipuladora o un manipulador de sus sentimientos.
*Celos. Hacer una escena de celos en cualquier parte y por cualquier razón aparente, ya sea porque tu pareja habla con el vecino, manda mensajes vía whatsapp a cualquier persona del sexo opuesto o porque sale mucho con sus compañeros de oficina, definitivamente no es un buen augurio. Estas conductas podrían producir una psicosis extrema.
Rivas asegura que se debe tener claro que estos comportamientos no son una demostración de afecto y que no es una forma de amar a una persona. Hay celos que pueden ser comprensibles y naturales, pero sin llegar al extremo.
*Comprar para solucionar los problemas de pareja. Si cada vez que un conflicto mayor surge en la relación, en lugar de resolverlo te lo cubre con la emoción de un regalo es importante que sepas que en lugar de hacerte un bien, conseguirá todo lo contrario, ya que está solucionando los problemas reales con placeres superficiales.
*Control sin medida. No es un delito llamar a tu pareja o enviarle un texto expresándole tus sentimientos, o bien compartirle determinada información. Lo preocupante es cuando le llamas o escribes sin límites, te frustras si no hay respuesta e insistes. Lo único que se logra es generar sentimientos de temor en tu pareja.
¡ALERTA!
Es importante aclarar que en las relaciones siempre se cometen errores por ambos lados, pero los comportamientos anteriormente mencionados son señales de que en un futuro podría haber hasta violencia en la etapa del matrimonio.
La psicóloga aconseja estar atento a todas las conductas y señales de advertencia. Asimismo, analiza si congenian y son compatibles, o si tienen visiones completamente opuestas a la vida y las situaciones.
El diálogo, la apertura, la franqueza y el respeto mutuo hacen que una relación logre trascender todas las barreras.
Es importante que recuerdes que no existe la persona perfecta ni ideal, pero podemos buscar ciertos atributos. Rivas afirma que tu pareja debería acompañarte en tus proyectos, y tú en los suyos, pero sin perder jamás la independencia.