Por Vladimir Vásquez
Nicaragua sabe perfectamente lo que significa recibir al fenómeno de El Niño. Este año el país lo tiene por décima vez y aunque tiene pocas semanas de haberse instalado, los efectos son claros.
El ganado está muriendo de sed en Madriz, según las denuncias de los productores y, a paso rápido, se buscan alternativas para que la producción de alimentos no caiga de igual manera.
Se teme que la sequía afecte principalmente el arroz, los frijoles y el maíz.
Otras advertencias sugieren que la producción de energía eléctrica también podría verse afectada, pues los embalses de los proyectos hidroeléctricos podrían reducir sus niveles.
Poco se puede hacer en algunos casos para evitar los efectos de un fenómeno meteorológico cuyo primer registro data de 1951, según los archivos de la Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA).
Cada vez que aparece, El Niño permanece provocando caos durante unos 18 meses en promedio. Usualmente inicia en el período de invierno de un año y desaparece en el invierno del siguiente año. No hay, hasta el momento, ningún registro que indique las condiciones climáticas que favorecen su aparición y tampoco se considera una anomalía que cumpla con un ciclo determinado.
Se origina en el Océano Pacífico ecuatorial cuando los vientos, que se conocen como alisios, se debilitan o dejan de soplar y toda la temperatura que acumulan cerca de Australia e Indonesia viaja durante unos seis meses hasta llegar a las costas de América.
Esto provoca un desplazamiento de las lluvias y un aumento en las temperaturas de hasta ocho grados, como ocurrió con el fenómeno de El Niño de 1982.
Pero El Niño también tiene otro fenómeno que lo contradice: La Niña. Este es todo lo contrario y en lugar de provocar sequías y aumento de temperaturas se caracteriza por provocar intensas lluvias y se le atribuye la creación de condiciones favorables para la aparición de ciclones tropicales.
Algunos de los huracanes más devastadores que afectaron Nicaragua, directa o indirectamente, se dieron cuando habían condiciones de La Niña, según los registros históricos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales.
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