Geraldina González C.
¿Cómo comenzaste en el diseño?
Siempre me ha gustado, desde pequeña me sentí atraída por diseñar, y cuando abrieron la carrera en la Universidad del Valle tuve la oportunidad de estudiarla como licenciatura. Al culminar mis estudios me dije que tenía que patentar mi marca, empecé a realizar una colección que fuera ya de MC y no un proyecto de la universidad e inicié con una colección de trajes de baño, fue así porque quise algo que fuera con la temporada, ya que fue hecha para Semana Santa. Era algo práctico y comercial, porque me gusta diseñar bastante ropa comercial.
En los dos años que tiene MC, ¿cuántas colecciones has preparado?
He hecho cuatro, tres de trajes de baño y una de trajes de noche. Han sido colecciones para presentarse al público como un show, pero constantemente se está produciendo el estilo de la marca que son colecciones prêt-à-porter, no siguen una sola gama o inspiración, es comercial. Cuando son al público sí sigue una tendencia o inspiración, pero lo que se vende aquí en MC es lo que se ve día a día en la moda, es algo comercial pero siempre siguiendo el estilo de la marca.
¿Y cómo es el estilo de la marca?
Es joven. La marca está dirigida a la mujer joven, una mujer que le gusta verse y sentirse sexy sin caer en lo vulgar, femenina, bastante moderna y colorida.
¿Cómo consigues la inspiración para cada colección?
Depende. Cuando inicié fue una colección meramente para el segmento al que me quería dirigir, que era gente joven, tal vez no necesariamente jóvenes de edad pero sí de espíritu, porque hay mujeres de 40 años que les encanta vestirse como una de 18 y se ven guapísimas, sobre todo si tienen el cuerpo y la actitud porque lo tienes que proyectar.
Hice una colección de trajes de noche y en esa ocasión me inspiré en la Luna, se llamaba Luz de Luna, llevaba mucho brillo, colores que tuvieran que ver con el ambiente lunar como azules, perla, cremosos, no llevaba mucho colorido pero no descarté el toque sexy de la marca.
¿En estos dos años cuál ha sido el mayor reto?
El mayor reto de todos fue dar el paso de abrir el atelier, porque es una inversión y siempre está el miedo de invertir tanta plata y si no me va bien lo voy a perder. Dar ese paso de hacerlo ha sido el reto más grande. Ahora, el reto es mantenerlo.
¿Cuál ha sido la evolución que has visto en tu trabajo en estos dos años?
Tengo las revistas en las que he tenido portadas desde que inicié hasta ahora, y se ve en los trajes la evolución en la calidad, siento que a la hora de diseñar, de la confección, he evolucionado, y aún me falta. Yo siento que entrego un trabajo de calidad pero posiblemente voy a seguir aprendiendo y voy a entregar un mejor trabajo. A nivel personal he aprendido a adquirir más compromisos, antes no tenía idea de lo que era liderar una empresa aunque sea pequeña, el esfuerzo y la dedicación que conlleva te hace evolucionar. Yo no he aprendido sola, mi familia, mi novio y mis amigos me han apoyado mucho.
Además de tu trabajo como diseñadora, ¿qué pasatiempos tienes?
Me gusta ir al gimnasio, hacer pesas, antes practicaba bastante deporte porque me gusta estar en forma, hago bastante ejercicios cuando puedo, porque no siempre tengo tiempo.
¿Cómo te ves a futuro?
Miro mi marca en una vitrina parisina, creo que ese es el sueño de todo diseñador, ver tu marca reconocida internacionalmente, esa es mi meta, verme con mi marca hecha un imperio.
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