1950
fue la última vez que Uruguay se coronó campeón mundial, justamente en Brasil ante la tropa local, cuando el famoso “maracanazo”. Antes, se había coronado en 1930.
Cuando Uruguay tenía un pie en el avión, un cabezazo de Diego Godín a los 81 minutos le dio un triunfo 1-0 sobre Italia y clasificó a la Celeste a la segunda ronda del Mundial.
Por segundo partido consecutivo, Uruguay se embolsó los tres puntos al amparo de un gol en el tramo final de un partido, y eliminó a Italia en la primera ronda de un Grupo D que ganó Costa Rica.
Los uruguayos parecían despedirse del torneo ante el catenaccio italiano, aplicado otra vez para un partido de vida o muerte, y la brillantez de Gianluigi Buffon.
Tras un letárgico comienzo, seguido por un tenso trámite, el partido acabó de manera trepidante. La expulsión de Claudio Marchisio a los 59 minutos, tras ir temerariamente con los tacos de frente en un lance con Egidio Arévalo, le dio al final una cuota enorme de dramatismo.
Otro episodio para la polémica por parte de Luis Suárez y su dentadura. A los 80, el ariete uruguayo entró en un forcejeo con Giorgio Chiellini. En las repeticiones de televisión se pudo ver al delantero charrúa aparentemente morder el hombro izquierdo de Chiellini, zaguero italiano.
Chiellini se descubrió el hombro para mostrarle al colegiado que Suárez le había dado un mordisco, rememorando el episodio del año pasado en la liga Premier inglesa. Entonces, Suárez fue suspendido 10 fechas con su club Liverpool por morder a Branislav Ivanovic. Pero el árbitro dejó seguir la acción.
Obligado a ganar para seguir con vida, Uruguay se había volcado al ataque en procura del gol de la diferencia. Y lo encontró tras un tiro de esquina cobrado por Gastón Ramírez y cabeceado por Godín.
Antes, Buffon se había lucido con una serie de intervenciones para sacar goles cantados ante remates de Suárez.
Otro naufragio italiano en el Mundial, el segundo seguido en el que se despiden a las primeras de cambio, marcando un amargo adiós para veteranos como Buffon y el centrocampista Andrea Pirlo.
Apostarle al empate fue una contraproducente estrategia de Prandelli, quien hasta ahora había recibido elogios por darle a Italia un estilo más abierto.
Uruguay, en cambio, fue a lo que sabe más: entrega, sacrificio e ímpetu para luchar hasta el último aliento. Fue así que revirtió su rumbo en el torneo, que arrancó mal al perder 3-1 ante Costa Rica.
Recuperado de una lesión en la rodilla izquierda, Suárez debutó en el Mundial en el segundo duelo y anotó los dos goles para vencer 2-1 a Inglaterra, facturando el de la victoria a los 85 minutos.
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