1. Maldición. En su testamento dejó una maldición para quien contrariara su voluntad de crear un asilo o casa para niños. Se dice que la maldición se ha cumplido en quienes lo han desobedecido.
2. Solitario. Se describía como una persona a la que le agobiaban las multitudes, la aglomeración de gente y la extravagancia. Además se sentía agobiado por las mujeres que se le insinuaban.
3. Vergüenza. A sus 13 años, mientras bailaba con una muchacha que le gustaba, se orinó en los pantalones y ella, junto con las demás personas que estaban ahí, se burlaron de él.
4. Castigo. A los 8 años pasó por la casa de una niña que le gustaba y al no verla, lanzó una piedra en el techo de la casa y otras dos contra la puerta para ver si salía, lo que provocó el enojo de la madre de la niña, quien puso quejas por el incidente. Fue castigado.
5. Envidia. Al no tener esposa ni hijos, decía que sentía envidia por las personas que tenían familia, los esposos que caminan con sus esposas y los niños que reían en las calles.
6. Tacaño. Gastaba muy poco dinero a pesar de tener ingresos de una finca de café y varias propiedades. En Managua, en 1907, era considerado una persona tacaña, huraña y muy trabajadora.
7. Rebelde. Escapó de su familia paterna cuando era niño y gritó en la calle: ¡Viva la libertad! !Viva el príncipe Contreras!
8. Herencia. En su herencia dejó cinco mil pesos a su tía, de quien dijo le había servido bien y a su hermana.
9. Centenario. Este año se cumplieron 100 años de su fallecimiento en 1914.
10. Libro. El escritor Francisco Bautista Lara publicó una novela en la que habla de la vida y obra de Zacarías Guerra.
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