Alex Bendaña, hijo de Zoilamérica Ortega Murillo, ha trabajado como cronista deportivo en varios canales de la televisión nacional y sueña con ser entrenador de futbol. Dice que ya ha estado enamorado y tiene la cura para el corazón roto. Es risueño, inquieto, con bastante “labia”. Y quisiera llevar lejos algún día a la Selección Nacional de Futbol.
¿Cuál es tu mayor virtud?
Mi expresión oral y de convencimiento. Labia pues (ríe).
Tu primer recuerdo es…
De cuando tenía un año y fuimos a España. Nadie me cree pero nunca voy a olvidar en un avión el rótulo que decía “Iberia”.
¿Te preocupa tu figura?
Quizá en exceso, soy muy obsesivo con dietas, proteínas y suplementos.
Lo más loco que has hecho…
Viajé por un año a Costa Rica todos los viernes. Me iba a las 5:00 de la mañana y volvía como a las 9:00 del sábado.
¿Por qué un viaje así en 24 horas?
Iba a recibir clases de entrenador de futbol, pero no me gustaba quedarme mucho tiempo allá.
¿Qué equipo o selección te gustaría manejar?
A la selección de Nicaragua. Es la gran pasión de mi vida.
¿Tenés novia o andás buscando?
No tengo y el que busca no encuentra. Mejor espero calmado.
Si te pusieran a elegir… ¿Sexo o futbol?
Emmm. Difícil…. Supongo que donde me pueda sentir más protagonista (carcajada).
¿Te han comparado con alguien?
Algunos dicen que me parezco a David Villa. Mi abuela me decía que era igualito a Elvis Presley (risas).
¿Aún te llevás bien con doña Rosario Murillo?
(Silencio) Llevarse bien implica hablarle y realmente no existe ninguna relación.
¿Bailás bien?
Pues… resuelvo (sonríe).
¿Sabés cocinar?
Resuelvo también… Se me hace fácil con mi dieta, no uso condimentos (ríe).
¿Entonces no comés nada exótico?
Claro que sí, ya comí insectos en China. Estaban ricos y los volvería a comer.
¿Cómo se cura un corazón roto?
Con el perdón. Como dice Fito Páez, el perdón es lo divino y rara vez suele ser humano. Pero esa es la cura.
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