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El papa Francisco en la audiencia reflexiona sobre la necesidad de la unidad en la Iglesia: las divisiones son un pecado grave, obra del Diablo; en las parroquias basta con “las habladurías y las envidias”.
“En una comunidad cristiana la división es uno de los pecados más graves, porque es una señal de que no es obra de Dios sino del diablo”. El papa Francisco ha dedicado su catequesis del miércoles a la necesidad de “unidad” en la Iglesia y en las comunidades cristianas, con un fuerte reclamo a evitar “divisiones”, alimentadas también por “habladurías, envidias, celos”.
En el encuentro semanal con los fieles de papa Francisco ha vuelto a la plaza de San Pedro. Estaban presentes unas 12 mil personas.
“La primera confirmación nos la da el hecho de que Jesús ha rezado tanto por la unidad de los discípulos”, reflexiona Francisco.
“La experiencia ha puesto en evidencia Francisco— nos dice que son muchos los pecados contra la unidad de la Iglesia: no pensamos solo a los cismas, pensemos también a faltas muy comunes en nuestras comunidades, a pecados ‘parroquiales’”, ha afirmado el pontífice.
“A veces nuestras parroquias llamadas a ser lugares para compartir, quedan tristemente marcadas por la envidia, los celos, las antipatías. Las habladurías están a la mano de todos”, criticó el papa Francisco.
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