De mis tendencias para esta temporada y para adoptar al momento de definir un estilo es el layering, una filosofía al momento de crear tu look que sin lugar a dudas marcará la diferencia del resto y la manera como uno puede presentarse en diferentes situaciones.
Y es que uno de los comunes en el cotidiano de los fashion blogguers o en el street style, que poco a poco se adentra en aspecto de los nicas más fashionistas, es ver looks compuestos por varias capas, piezas o texturas superpuestas; y es precisamente ese, el layering, superponer capas para crear un look más complejo y estilizado.
Si bien no es fácil adoptarlo de primera mano en nuestro país sin antes tomar en cuenta las condiciones de nuestro clima, una buena manera de hacerlo es traduciendo esta tendencia a los textiles y a la superposición de texturas, ejemplo de ello en las telas, es realizar mezclas de piezas de algodón, lino y chifón y si gusta atreverse más, mezclar texturas altisonantes, de la misma familia o contrastes también van muy bien, como cuadros más pequeños con grandes, texturas con sólidos o cuadros con rayas, ¡sí!, eso está de moda, pero ojo, debe hacerse con medida y a mi consejo para lograr un estilo más arriesgado y siempre genial en las prendas superiores.
A nivel de piezas, un buen look de layering se compone por una o dos prendas inferiores (pantalones, faldas-medias o leggins), y dos o hasta cuatro prendas superiores (camisa-sudadera, camiseta o camisa-bleizer, chaqueta o chaquetín, camisa o camiseta-suéter-pañuelo o todas las piezas mezcladas entre sí), no debe de dejarse de un lado el complemento con accesorios (aretes, collares, pulseras, broches, anillos, sombreros o gorras, carteras y bolsos) además de unos zapatos bien monos.
La idea es divertirse, superponer, crear y reflejar un estilo único y original.
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