¿Para qué necesito ser mejor persona de lo que ya soy? Para ser feliz.
Esto parece contra intuitivo, porque lo que se promueve es buscar la felicidad instantánea en hacer lo que queremos en el momento, sin pensar en nada ni en nadie, y esto nunca nos hace una mejor persona. Por eso no hablo de instantes de euforia, sino de felicidad verdadera y duradera.
Las personas que están siempre en busca de ser mejores son más felices porque su vida está llena de significado, saben lo que quieren, hacen lo que tienen que hacer para conseguirlo y por tanto sus deseos se cumplen. Cuando hablo de deseos, me refiero a deseos internos, no externos (por más buena persona que sea no puedo cambiar a otros ni las cosas que pasan, solo cómo yo reacciono ante ellas).
Por el contrario, las personas que están empecinadas en vivir la vida sin pensar, solo buscando el siguiente instante de felicidad, terminan con vidas sin sentido, vacías, viven llenas de miedo, ansiedad e insatisfacción. No es que no tengan instantes de felicidad, pero no lo logran sostener, la felicidad se escapa fácilmente.
Como están enfocados solo en la felicidad inmediata, hacen cosas incorrectas. Siguiendo sus impulsos, se involucran en actividades que causan daño a ellos y/o a otros.
Para dejar de hacer esto necesito entender dos conceptos:
*Satisfacción propia: todos estamos siempre haciendo cosas por nuestra propia satisfacción. Consciente o inconscientemente. Sin detenernos porque es ilimitada. Se manifiesta como tendencias personales. Así, lo que hacemos por satisfacción propia es mala conducta.
*La recta conducta: se opone a la mala conducta. Consiste en esforzarnos de manera constante por dar lo mejor de nosotros mismos con una buena motivación. Todo lo que surge de ella es positivo.
Para cultivarla necesitamos:
*Memoria: para no olvidar lo que tengo que hacer para lograr lo que quiero.
*Vigilancia mental: para mantenerme en el camino tengo que estar pendiente de lo que me permito pensar.
Hay tres maneras de practicar la recta conducta:
—Evitar tentaciones: para no caer en ellas.
—Desenfocarme de lo externo: querer cambiar lo externo, nos descontrola internamente.
—Cortar la atención inapropiada: que incrementa las cualidades positivas o negativas de los objetos y las personas.
Para esto puedo distraer la mente pensando en algo más positivo, y enfocarme en lo positivo de la situación o la persona.
Esto no nos sale natural. Lo natural es todo lo contrario. Por eso requiere estar dispuesto a hacer esfuerzo constante.
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