La Universidad Centroamericana (UCA) conmemoró el 25 aniversario del martirio de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres en El Salvador con una serie de eventos y actos litúrgicos denominada Jornada de Testimonio, que concluyó con la apertura de la Avenida de los Mártires y la Cruz del Testimonio, finalizando con una eucaristía donde asistió parte de la comunidad universitaria e invitados especiales.
Los sacerdotes fueron asesinados la noche del 16 de noviembre de 1989, durante uno de los periodos más violentos de la guerra civil salvadoreña en el campus de la UCA de ese país. Junto a los religiosos, murieron la ama de llaves de la casa donde residían los curas, y su hija de 15 años.
Para el padre Arnaldo Zenteno S.J., el ejemplo de los sacerdotes asesinados en la actualidad radica en la búsqueda de la verdad y la justicia. “Fue una celebración muy simbólica, recordar su vida concreta, su testimonio”.
“Hay que recordar que estaban en tiempos de guerra y ellos no se fueron, por la verdad, y decían proféticamente los errores de ambos bandos; es decir son mártires por la verdad”, explicó Zenteno, quien durante la eucaristía leyó un emotivo poema en honor a estos mártires de la fe.
Juanita Rivera, quien trabaja en la biblioteca del Centro Pastoral de la UCA, explicó que el sentido de inaugurar la avenida y la cruz “es recordar, no solo a los mártires de la UCA, sino a todos los que dieron la vida por la causa del Reino de Dios, también aquí en Nicaragua”.
MÁRTIRES
Las ocho víctimas de la masacre fueron los sacerdotes jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Joaquín López y López, Amando López. Junto con ellos murió Elba Ramos y su hija Celina Ramos, de 16 años.
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