Religión, violencia y escepticismo
Ligia Chamorro Cardenal
Me refiero al artículo del doctor José Luis Medal publicado el pasado jueves 29 de enero titulado Religión, violencia y escepticismo. No existe ninguna religión verdadera, sin verdades absolutas. En todos los seres humanos, dotados de inteligencia, está impresa indeleblemente la ley natural, tanto para los arios, como los africanos, los asiáticos, los chinos y las tribus que aún subsisten sin contacto con la civilización moderna, y todas la demás razas humanas.
Esta misma ley fue escrita en piedra por Dios y entregada a los hombres a través de Moisés, hace ya más de 5000 años.
Actualmente algunas corrientes modernas de pensamiento, tratan de desvirtuarlas creando el pensamiento relativista que quiere decir, que si tiene uno la oportunidad de robar y que eso conviene a su bienestar personal, está bien, pues ya perdió su capacidad de distinguir entre el bien y el mal, que estaba grabado en su conciencia. Del mismo modo, si tengo que matar al que estorbe mis planes, adelante, lo mismo que adulterar o cualquier otro acto inmoral como estafar, mentir, calumniar, etc.
Las verdades absolutas son como Él las designa: absolutas, pues en una verdad no puede existir la contradicción de la mentira o la semiverdad.
A lo que Carlos Montaner llama “lo que nos mata son las verdades absolutas” es más o menos lo que está obscureciendo el mundo con el relativismo, al que me acabo de referir. Es lo que está llenando de corrupción y crímenes indecibles que en tiempos pasados eran verdaderos escándalos y que actualmente vemos con naturalidad de tan generalizados, pues no hay día en que no se lean en las noticias, tanto locales como universales, hechos que estremecen.
No podemos comparar, como equivocadamente quiere sugerir el doctor José Luis Medal en su artículo, que las guerras europeas de la Edad Media sean como las guerras del Islam entre sunitas y chiitas. Ni estas ni las guerras entre la cristianidad fueron guerras propiamente religiosas, sino que la lucha del Islam es por el poder humano, lo mismo que las guerras en la Europa de la Edad Media también obedecían a luchas humanas por el poder temporal. Lo cual, siempre ha sido ajeno a la verdadera religión católica romana, cuya meta es conformarse con la figura de Cristo y sus enseñanzas de amor y justicia. Si en ocasiones parece no haberlo logrado, no ha sido por falta de esos ideales, sino por la debilidad humana que todos padecemos.
No hay paralelo entre creer en la ley del amor, y de la llamada por el autor del artículo “convicciones fuertes”. Se debe de dudar y las dudas de hecho son necesarias, cuando se investigan aspectos naturales de la ciencia o del conocimiento humano. Es necesaria la duda que lleva a la investigación y el avance en las ideas y el progreso, pero esto no tiene nada que ver con las verdades morales que son indelebles e inamovibles y que sin ellas la convivencia humana se hace insoportable.
No porque los avances en los sistemas políticos hayan introducido rechazo al pensamiento de altos valores morales y quieran destruir el pensamiento de San Pablo será posible, pues la humanidad tiende hacia la búsqueda de lo trascendente.
Por otro lado, ¿qué fruto bueno ha producido el mundo actual, si cada día se observan males mayores que nos circundan por doquier? ¿qué sistema político, que sistema filosófico ha demostrado ser mejor que la ley del amor y de la justicia?
Respeto profundamente el modo de pensar personal de todos, pues Dios nos regaló el precioso don de la libertad. Con esa libertad somos libres de buscar la verdad, o irremisiblemente quedar sordos y ciegos ante ella.
Seguridad Jurídica
Arnoldo Toruño C.
Cuando se habla de riesgo país una de sus principales variables es la seguridad jurídica, siendo el tema del respeto a la propiedad privada de vital importancia para atraer la inversión extranjera necesaria para estimular el empleo y el crecimiento de la economía. En Nicaragua desde que Daniel Ortega tomó nuevamente el poder en el 2007, mediante decreto presidencial, reformó de hecho la constitución al quitarle al poder judicial facultades relativas a la ejecución de sentencias de desalojo de propiedades ocupadas de manera ilegal.
Hay cienes de sentencias de desahucios engavetadas en todos los juzgados del país en espera de ser ejecutadas, pero ni la policía ni los jueces se atreven a hacerlo, acatando la orden presidencial y desacatando la constitución misma que ordena el estricto cumplimiento de las sentencias judiciales y el auxilio judicial por parte de la policía. Esta disposición gubernamental violenta el estado de derecho ya que rompe el equilibrio de poderes subordinando el poder judicial al poder ejecutivo, viola la constitución al impedir el cumplimiento de las sentencias judiciales y viola las garantías procesales y los derechos humanos de las personas agraviadas por incumplimiento de sentencias falladas a su favor. Pero además ahuyenta la inversión y el riesgo país, ya que pone en evidencia la fragilidad y vulnerabilidad de nuestro sistema judicial. Y envía un pésimo mensaje a aquellas personas o familias que en calidad de comodato, arriendo o precarismo, deciden quedarse de manera indefinida e ilegal en una propiedad que no les pertenece.
Intolerancia motorizada
Alejandro Calero Dávila
La motocicleta es una herramienta de trabajo rentable, necesaria para las personas que de alguna manera se les condiciona para poder ser contratado y de esta manera llevan el pan dignamente a su casa. Otros las adquieren para movilizarse del hogar al trabajo y también como un medio de diversión. Sin embargo, muchos motorizados han convertido esa máquina de trabajo en un arma intimidante y mortal usada de manera dolosa y con el beneplácito de las autoridades y en algunos casos el casco que se supone es para salvaguardar la vida del que lo usa, se convierte en un antifaz y hasta en un objeto contundente de agresión al no querer el motorizado que exista otra opinión solo por la intolerancia.
Algunos motorizados obligados o voluntariamente hacen acto de presencia cuando se dan cuenta que va a haber una celebración opositora, pero no solo acosan sino que roban a los ciudadanos sus objetos personales. El último caso de estos ha sido el del 10 de enero pasado, cuando impidieron la conmemoración del aniversario de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal en el mismo monumento que perpetua su memoria.
Secuelas del aborto
Clemente Ferrer
La primera víctima del aborto es el bebé por nacer. La segunda víctima es la mujer. Millones de jóvenes se han hundido en el fraude del aborto y casi todas ellas están penando lo que se denomina como “Síndrome Post-aborto”. Así lo prueba la Federación Internacional de Planificación Familiar al aseverar que: “La incidencia del trauma post-aborto, para jóvenes de abortos quirúrgicos, puede llegar a alcanzar hasta el 91 por ciento de los casos”.
Las jóvenes que abortan comienzan a padecer los síntomas post-aborto, esto es: zozobra, desesperación, delirios, desvelo, embriaguez, drogadicción, desesperanza, psicosis… y suicidio.
El Gobierno de Finlandia desveló tener siete veces más suicidios entre jóvenes que habían abortado, de acuerdo con el último informe sobre una muestra de más de nueve mil mujeres… un estudio estremecedor y patético.
Otra de las graves secuelas del aborto es el carcinoma de mama. Junto con el gran acrecentamiento de los cánceres del aparato reproductivo de la mujer, el cáncer de mama ha tenido un aumento espectacular en los últimos 20 años, en todos los países donde se ha propagado el aborto.
Por último una investigación de la catedrática pro-abortista, Janet Daling, divulgado por el “Journal of the National Cáncer Institute”, aseveraba que en los casos en que había precedentes familiares, la madre que abortaba más tarde de los 30 años, el peligro crecía un 270 por ciento. Más aún, cuando las jóvenes abortaban a su primogénito antes de los 18 años.
El doctor Nathanson, antiguo defensor del aborto en los Estados Unidos, testifica afligido: “La Humanidad hoy se arrepiente de la esclavitud de ayer, y pronto se avergonzará del crimen del aborto”.
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A