1. Cuando compres electrodomésticos verifica el manual de instrucciones de los artefactos y sus características técnicas, entre ellas la potencia en kilovatios: cuanto más tienen, más gastan.
2. Aprende a medir tu consumo mensual. Infórmate para ello sobre la forma en que tu empresa distribuidora factura tu consumo.
3. Usa bombillos ahorradores. Aunque son un poco más costosos que los comunes, su vida útil es mayor y consumen hasta un ochenta por ciento menos de energía.
4. Uno de los aparatos que más consume energía es la refrigeradora, así que aprende a usarla: dale mantenimiento con regularidad. Aléjala por lo menos 15 centímetros de la pared, ábrela lo menos posible, evita introducir alimentos calientes y cámbiale los empaques con cierta frecuencia, de lo contrario trabajará sobre exigida.
5. Usa lo menos posible el microondas, otro gran consumidor de energía.
6. Evita dejar conectado cualquier electrodoméstico, ya que estos siguen consumiendo energía mientras estén conectados.
7. Comprueba si hay fugas en grifos y tuberías. Esta es una de las formas más comunes en las que se desperdicia agua.
8. Al momento de bañarte, procura hacerlo durante el tiempo necesario y sin dejar la llave abierta mientras te enjabonas. Se estima que si pasas menos de cinco minutos en la ducha puedes ahorrar hasta 3,500 litros de agua al mes.
9. Riega las plantas abundantemente pocas veces a la semana. De este modo, economizarás mayor cantidad de agua y
tu jardín permanecerá siempre hermoso.
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