Inspección mecánica como negocio
Óscar Gallo
Antes de la extensión del plazo para obtener los certificados de inspección vehicular, mecánica y de emisión de gases, se miraban grandes filas de carros frente a unos pocos talleres autorizados para hacer ese procedimiento. Incluso, algunos conductores dejaban sus carros en la noche al cuidado de celadores para no perder su puesto al día siguiente, o sea que la gestión podía durar dos días, con sus correspondientes costos. Con la prórroga de varios meses, hasta comienzos del 2016, significa que en noviembre y diciembre próximo se verán los mismos problemas.
La verdad es que tras la intención de que todos los vehículos anden en buenas condiciones mecánicas y no contaminen mucho el ambiente, hay un gran negocio. Solo en el área de Managua hay unos 250 mil vehículos que a 500 córdobas cada uno, da un total de 125 millones de córdobas anuales, los cuales, repartidos entre unos quince talleres autorizados, da la no despreciable suma de más de ocho millones para cada taller. Si tomamos en cuenta que muchos vehículos no pasaran en el primer examen, esta cantidad bien puede llegar a los diez millones de córdobas. Los costos de operación de estos talleres son mínimos, a lo sumo unas cuatro o cinco personas, sin requerir ninguna materia prima. Un negocio bárbaro usufructuado por unas cuantas personas en perjuicio de centenares de miles de individuos.
Lo raro es que los nicaragüenses aceptemos todo mansamente. Igual ocurrió con las cédulas de identidad, un negocio de novecientos millones de córdobas que es el costo de reponer tres millones de cédulas vencidas, a trescientos córdobas cada una. Lo mismo ocurrió con las tarjetas de buses y ocurre cada semana con los combustibles, pues mientras el crudo está a treinta córdobas el galón (un poco más de un dólar), la gasolina cuesta casi cuatro dólares.
El nicaragüense no es ningún güegüense, un tipo astuto, cínico, tramposo ni sinvergüenza que siempre sale ganando. El nicaragüense actual es una persona domada, que acepta todo lo que le imponen sin protestar mucho. Pero como siempre, en todo, hay sus excepciones, o sea, unos cuatro vivos que son los que se están enriqueciendo con estos negocios.
Castración fatal de mascota
Óscar Téllez
Al mediodía del pasado viernes 24 de abril, a mi pequeño perro Chiquitín, que se encontraba en perfecto estado de salud, en la clínica del médico veterinario Enrique Rimbaud se le practicó un procedimiento de castración, y tres horas después estaba muerto.
Tratando de ver la posibilidad de rehabilitarlo, debido a que en ese momento no sabía que ya había fallecido, lo llevé de nuevo a la clínica del señor Rimbaud, y lo único que él atino a decir fue que el perro me lo habían entregado bien, dando a entender que ellos, su clínica, no tenían ninguna responsabilidad y que esta obviamente era mía, aunque yo no había practicado el procedimiento.
En una carta que el doctor Rimbaud publicó en Facebook, llegó al extremo de culpar de lo sucedido a la salud del mismo perrito, a la mala suerte, a que se cayó de la cama o de mi carro, o cualquier otra cosa, menos asumir su responsabilidad, en donde hubo una clara negligencia en el trato pre y postoperatorio del perrito. Tal vez podrán pensar que no importa, que es un asunto trivial, como el doctor Rimbaud dice, que es solamente un perro, pero sí importa. Si un exceso de anestesia se presenta en una persona, seguramente es falla humana y estaría cerca de la prisión, pero como aquí se trata de un perro, no importa, y como dice el doctor Rimbaud en su carta, “vamos para adelante”.
El señor Rimbaud no tuvo la dignidad de pedir disculpas y mucho menos ofrecer resarcir el daño causado, sino que mira para otro lado y le echa la responsabilidad al mismo perro, lo cual es inaceptable.
Aunque predique un montón de cosas aparentemente bonitas, la verdad es que al señor Rimbaud no le importó el destino del perrito, aunque sea por el bien de su negocio. Esos animales son sus pacientes y ellos tienen derechos, a como sus dueños también los tenemos.
La verdad sea dicha, su actuación y la de su personal solamente se puede calificar de incapaz, negligente y de realizar una práctica inadecuada en el tratamiento de sus pacientes, y con los estándares y requerimientos de su profesión. Con razón fue expulsado del Colegio de Médicos Veterinarios de Nicaragua.
Relevo político generacional
Julio León Báez
Deseo felicitar al joven Mario L. Valenti por su artículo publicado en este diario LA PRENSA el pasado jueves 30 de abril titulado: “Juventud de hoy, futuro de mañana”. Es alentador que en nuestro país jóvenes como Valenti no se desaniman al igual que lo hizo Abraham Lincoln, quien no desistió nunca por ver un futuro mejor en su país.
Ya es hora que los políticos viejos, quienes solo han dejado a la nación corrupción administrativa, deshonestidad y dinastía, den paso a los jóvenes, para que tomen las riendas del país. Ya lo dijo el gran pacifista norteamericano George McGovern: “estoy harto de esos hombres viejos que sueñan con guerras a las que los hombres jóvenes van finalmente a morir”.
Nicaragua, definitivamente necesita de un relevo generacional en el campo político, teniendo al frente a jóvenes como Valenti, que como él afirma: “La juventud es un obstáculo para los caudillos, ya que ellos temen de nuestra energía, temen a nuestra lucha. El camino está en luchar, luchar y luchar por construir un mejor país en donde podamos vivir en paz, donde los estudiantes puedan estudiar en su propia nación y no tengan necesidad de emigrar hacia otro país”.
Adelante, Valenti, en tus aspiraciones por ver una Nicaragua mejor.
Policías encapuchados
Máximo M. Castillo (Mexicano)
En los años que tengo de vida ni la misma Guardia Nacional de Somoza realizaba capturas usando capuchas o pasamontañas para ocultarse el rostro, y creo que ni en los años ochenta, la Seguridad del Estado sandinista utilizó capuchas para capturar a los opositores al gobierno. Por lo anterior, se me hace extraño que a estas alturas miembros de la Policía Nacional estén utilizando este tipo de capuchas o pasamontañas para capturar, incluso sin órdenes de capturas, a ciudadanos sospechosos de haber cometido algún delito.
La autoridad es la autoridad, no debe esconderse de nadie, taparse el rostro es para los delincuentes asaltantes que se cubren para cometer sus delitos, pero la autoridad policial ¿para qué va a utilizar este mecanismo?
Este es un tema que los organismos de derechos humanos deberían de investigar y hacerlo del conocimiento de los organismos de derechos humanos a nivel internacional, porque no es correcto que se continúen haciendo detenciones al margen de la ley y con el rostro oculto, ya se han dado muchos casos de estos y como que nada ha pasado. Detienen a los ciudadanos sin ninguna orden judicial, al filo de la noche o a cualquier hora del día y aparecen detenidos en las celdas de El Chipote en Managua.
Esta práctica policial no la veo correcta. Como dije antes, ni la misma guardia de Somoza, de la que los sandinistas dicen que era asesina, nunca realizó esta práctica.
Estoy seguro que a ningún sandinista ni policía o miembro del Ejército le gustaría que lleguen a capturar a un familiar de esta manera.
Perifoneo perjudicial
Salvador Pérez González
En Matagalpa el perifoneo por parte de algunos publicistas irresponsables sigue siendo muy molesto y perjudicial, particularmente para ciudadanos de la tercera edad. Por esta razón un grupo de señores notables que se reúnen cotidianamente en el céntrico parque Rubén Darío, liderados por el prestigiado productor don Arturo Delgado, están solicitando firmas a los ciudadanos para enviarlas al Concejo de la Alcaldía Municipal de Matagalpa, para que se ponga fin de una vez por todas al abuso del ruido estridente que provocan estos perifoneadores anarquistas por toda la ciudad, violando las leyes que protegen a la población en todo lo relacionado a problemas como el antes señalado.