14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Ámense, perdónense, hagan la paz

Ámense, perdónense y hagan la paz, es el mensaje de la Virgen de Cuapa. Hoy como ayer, necesitamos por encima de todo un país en paz y armonía. ¿Necesitamos crear —para poder también gozar— un ambiente donde la paz sea una de nuestras mayores riquezas? Es hora de empezar a construir un país, familias, comunidades cristianas en las que el amor esté por encima de las divisiones y la paz por encima de toda violencia.

Ámense, perdónense y hagan la paz, es el mensaje de la Virgen de Cuapa. Hoy como ayer, necesitamos por encima de todo un país en paz y armonía. ¿Necesitamos crear —para poder también gozar— un ambiente donde la paz sea una de nuestras mayores riquezas? Es hora de empezar a construir un país, familias, comunidades cristianas en las que el amor esté por encima de las divisiones y la paz por encima de toda violencia.

No solo hay que pedir la paz y el amor, sino realizarlas de verdad, pues para nada vale la política sin amor, la cultura sin amor, las riquezas sin amor, el bienestar económico sin amor, la vida sin amor y paz.

El amor, el amar, el sentirse amado, es la mayor de las riquezas que podemos tener y podemos dar. Por eso, Jesús nos dice una y otra vez: “Como el Padre me amó, yo también los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor” (Jn.15,9) “Este es el mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn.15,12-13). “Lo que les mando es que se amen los unos a los otros”, (Jn.15,17).

Y es que con el amor vienen de la mano una serie incontable de valores, que son los que sostienen y dan sentido a nuestra vida y convivencia. El Amor viene de la mano con Dios, porque “Dios es amor”, (IJn.4,8). Con la Fidelidad: “Si cumplen mis mandamientos permanecerán en mi amor”, (Jn.15,10). Con la Alegría: “Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena”, (Jn.15,11). Con la Amistad: “Ustedes son mis amigos”, (Jn. 15,14). Con la entrega desinteresada: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”, (Jn. 15,13). Con la Comunicación: “Yo les he dado a conocer todo cuanto le he oído a mi Padre”, (Jn. 15, 15). Con el bien obrar: “Les he destinado para que den fruto y su fruto permanezca”, (Jn.15,16). Con la Libertad: “Ya no les llamo siervos”, (Jn.15,15).

Cuando se piensa, razona, siente y actúa en razón del amor, el perdón y la paz, la vida y la convivencia cambian y se enriquecen cada día más de valores que las dignifican. Pero, cuando falla el corazón, cuando muere el amor, muere con él el sentido de la vida y solo quedan el vacío, el egoísmo, la soledad, la tristeza y el absurdo. El Mensaje de Cuapa nos lo hace evidente: “Si ustedes no cambian, Nicaragua seguirá sufriendo”.

Dios no nos hizo sin corazón; nos creó para el amor. La cultura que debemos crear debe ser una cultura de amor y para el amor, donde reine la paz. Por eso roguemos al Señor y pongamos en manos de María nuestros deseos e intenciones de ser constructores de un mundo nuevo. Nuestra identidad como cristianos y marianos no es otro que el amor: “En esto conocerán que son mis discípulos: en que se aman los unos a los otros como yo les amo”, (Jn.13,35).

Religión y Fe paz Virgen de Cuapa

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí