1. Sus primeros días de vida son los peores de la tuya: al nacer el bebé tiene un descontrol de horario o simplemente le cuesta adaptarse a su nuevo mundo. Así que andarás desvelada.
2. Superarás algunos ascos: es posible que las heces, los vómitos y los mocos de tu bebé no te generen tantas náuseas.
3. Será difícil tener tiempo exclusivo para ti: cuando eres mamá las prioridades cambian y puede que de pronto, ir al salón por una manicura o leer tus revistas favoritas ya no estén en tu agenda.
4. Tu vida social se reducirá enormemente: es muy posible que tus amistades de antes de ser mamá tengan cada vez menos en común y rodearte de otras mamás será una necesidad.
5. Tu cuerpo cambiará de alguna manera: aunque hay muchas mujeres privilegiadas por la genética, es normal que tu cuerpo sufra algún cambio, sobre todo en el ancho de las caderas. También puedes presentar celulitis y estrías.
6. A veces perderás la paciencia: siempre nos dicen que los hijos son bellos, y así es, pero ellos no tienen desarrollada la razón, así que no entenderán el por qué de las cosas tan fácilmente.
7. Verás tus defectos, virtudes y tics reflejados en tus hijos: recuerda ellos siguen nuestro patrón de comportamiento. Así que la próxima vez que lo regañes por alguna mala actitud, evalúa si no lo aprendió de ti.
8. Aprenderás a comer rápido, vestirte rápido y posiblemente no volverás a ir al baño sola en mucho tiempo.
9. Esconderás tu teléfono, tablets y otros aparatos que a tus hijos les parezcan interesantes.
10. Nada en la vida te hará más feliz que su sonrisa: aunque pasamos por muchas cosas duras y para nosotros adaptarnos es también un reto, qué bello es sentir que son felices a nuestro lado.
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