Mamás de estreno

DANIELA CLERK

Asombrada y feliz, dos palabras que envuelven el momento en el que se dio cuenta que sería mamá. Aunque estuvo planeando cómo decirle a su esposo, no pudo contenerse la alegría por mucho tiempo y en cuanto Marcelo Terán llegó a la casa, ella se subió en su carro y con una enorme sonrisa le dio la noticia.

Desde entonces, empezó a estar más pendiente de lo normal de Daniela Clerk, Miss Nicaragua 2005. Terán se aseguraba que ella se cuidara, se sintiera bien y no hiciera ningún esfuerzo por arreglar la casa y agacharse.

Los tres meses para Clerk fueron espantosos, pues sentía náuseas y si no comía, estas aumentaban; sin embargo, cuando pasó al cuarto mes todo dio un giro de 180 grados.

“Era la persona más feliz y hasta se me olvidó que pasé por esos meses feos. Fue entonces que aprendí que hay que tener paciencia y seguir las indicaciones de tu médico”, expresa Clerk.

Al parto nunca le tuvo miedo, le preocupaba más lo que iba a suceder después, cuando llegara a su casa con la criatura y no supiera qué hacer con ella.

Un cumpleaños inolvidable

Las contracciones le comenzaron en la madrugada y a las 9:30 a.m. la revisó el doctor, quien le comunicó que no había roto fuente y la niña no había encajado.

A la 1:30 p.m. la volvieron a revisar y seguía igual, fue entonces cuando le sugirieron realizar cesárea y los nervios se apoderaron de Daniela hasta hacerla temblar.

“Me llevaron a quirófano mientras mi esposo me registraba en el hospital. El hecho de no tenerlo a mi lado me tenía más nerviosa. Ya en el quirófano me pusieron la epidural, se me calmó el dolor y cuando dejaron que mi esposo entrara, trató de tranquilizarme”, manifiesta Miss Nicaragua 2005.

Al poco tiempo que inició la cirugía sacaron a la bebé y ella solamente escuchaba el llanto de Daniela Isabella Terán Clerk, el cual le brindó alivio y provocó que lágrimas de emoción rodaran por sus mejillas.

“Yo solo veía lo emocionado que estaba mi esposo, pero al rato él mismo me la trajo y la puso contra mi mejilla y ahí ella se calmó. Eso fue un momento tan mágico que lo puedo revivir con facilidad. Siempre me emociona recordarlo y más porque fue el día de mi cumpleaños, tremendo regalo”, comparte Clerk.

No hay ningún libro que prepare a las mujeres para el parto y los primeros meses, pero Daniela admite que el rol de mamá ha sido uno de los regalos más increíbles que pudo haberle dado Dios y se siente agradecida por ello.

“Ella me llena de felicidad y veo que hace el mismo efecto a mi esposo. Daniela Isabella vino a completar la familia y solidificar nuestro matrimonio. Ya no solo somos nosotros, ahora nuestro enfoque es ella y trabajar para darle lo mejor”, asegura Clerk.

ADRIANA DORN

Quería que fuera una sorpresa original y divertida. En un sobre metió el resultado positivo y le hizo creer a su padre que era una factura de su boda que habían olvidado pagar. Cuando quiso saber qué era lo que se debía, se topó con una noticia espectacular: su hija estaba embarazada.

Adriana Dorn de Zúniga, Miss Nicaragua 2011, cuenta entre risas que cuando su padre se dio cuenta que iba a ser abuelo pegó un brinco y de inmediato la abrazó. Ella y su esposo Juan Carlos Zúniga estaban deseando un hijo y en el primer intento lo lograron.

“Fue un momento muy divertido porque de la emoción mi esposo y yo andábamos acelerados y queríamos decirles inmediatamente a nuestros papás, pero queríamos hacerlo de una manera creativa, de ahí surgió todo”, expresa Dorn.

Su embarazo lo define com diferente, porque no sufrió muchos malestares. Un poco de náuseas, sueño y antojos por comer hamburguesas, pupusas y mangos, fueron las únicas cosas que sintió mientras una vida crecía dentro de ella.

“Amé mi embarazo, es hoy en día y a veces me hace falta mi panza. Aunque admito que miles de dudas pasaban por mi mente, la mayoría eran cosas relacionadas al parto”, afirma Miss Nicaragua 2011.

Amor a primera vista

Le pidió a Dios para que la dejara vivir un embarazo lejos de complicaciones y tuviera un parto rápido y natural. Todo se le cumplió. El 26 de diciembre de 2014 que le tocaba cita con el ginecólogo, ya sentía contracciones, pero él le dijo que hacía falta.

Adriana regresó a su casa, durmió la siesta de la tarde y cuando despertó se dio cuenta que estaba teniendo contracciones cada 15 minutos. Inmediatamente llamó a su doctor y este le recomendó irse al hospital. Cuando llegó la examinaron y apenas tenía dos centímetros de dilatación, por lo que le sugirieron que se fuera a casa a empacar su maleta, comiera algo y volviera a las 9:30 p.m.

A la bebé no le pareció el plan. En el viaje hacia su casa, rompió fuente en la carretera y solo le dio tiempo de llegar a cambiarse de ropa y tomar la maleta rápidamente. Dos horas y media antes de lo indicado con nueve centímetros de dilatación, le colocaron la epidural y ya estaba a punto de dar a luz.

“El anestesiólogo me dijo que en unas tres o cuatro contracciones iba a empezar a sentir menos dolor y le grité: ¡Pero si yo ya siento las ganas de pujar! Entonces salieron rápido a cambiarse para llevarme a la sala de parto”, asegura Dorn.

Su familia aguardaba impacientemente afuera del cuarto, mientras ella pujaba sin el efecto de la epidural. Luego de aproximadamente cinco intentos y con menos dolor por el medicamento nació Victoria Marie Zúniga Dorn a las 9:10 p.m.

En cuanto nació los médicos se la colocaron sobre su panza, la agarró con una alegría infinita y la empezó a examinar toda. Le pareció el ser más perfecto que jamás había conocido. Sus manos, sus pies, su llanto, todo para ella era hermoso, fue amor a primera vista.

Tanto durante el embarazo como luego del parto, su esposo Juan Carlos, se ha asegurado que Adriana se sienta lo más cómoda y apoyada. Ella afirma que durante todo el día pasa muy pendiente de ella y de la niña de sus ojos.

Nunca esperó sentir ese amor tan grande, pero hoy que lo experimenta no tiene palabras para describir lo bello que es ser mamá.

“Ahorita me siento orgullosa de que mi hija Victoria siga creciendo cada día, gracias a mi leche. Cuando sos mamá tu vida cambia por completo, yo ya ni pienso en mí, es solo ella”, afirma Miss Nicaragua 2011.

LEANA ASTORGA

Lo recuerda como si hubiera sido ayer. Su esposo Alexandre Ximenes con mucho cariño le preparaba unos huevos fritos, pero en cuanto los vio sintió náuseas y mareos.

Pasó todo el día en las calles de Miami con esos malestares y cuando regresó a casa la esperaba una prueba de embarazo. Su esposo quedó atónito y nervioso, al ver el resultado que en español decía: “Embarazada”.

Aunque no usaba pastillas anticonceptivas, Leana Astorga, periodista de Telemundo, se cuidaba, porque su plan era comprar primero la casa y luego tener a la bebé. Sin embargo, ella dice que Dios y la vida les regaló la sorpresa por adelantado.

“Cuando me enteré lloré de emoción y miedo, no lo podía creer y no sabía cómo iba a hacer con mi trabajo y con la bebé. Empecé a preguntarme muchas cosas: ¿Seré una buena madre? ¿Estoy realmente preparada para esto? y oraba todos los días para que naciera sana y yo tuviera un buen embarazo”, explica Astorga.

Luego fueron al ginecólogo e invitaron a toda la familia y amigos a una cena en casa para confirmarles que iban a ser padres y sin saber el sexo, Leana ya la anunciaba como una niña.

“Lo sabía, porque tuve tres sueños: primero que estaba embarazada, luego que tenía a una niña hermosa en mis brazos y el último que su nombre era Isabella. Investigué y tiene un significado hermoso: la que camina con Dios. Por eso pensé que Dios me estaba dando una promesa con mi hija y que él siempre va a caminar con ella”, asegura la periodista del noticiero de Telemundo.

El mejor regalo de su vida

Miedo, es la palabra que más ronda en las madres primerizas y Leana no fue la excepción, para ella fue horrible estar en incertidumbre todo el tiempo. No quería tener un parto prematuro y las personas le hablaban mucho de los dolores que iba a sufrir.

Entre sus planes estaba parir de forma natural y se había preparado los nueve meses para ello. Cuando cumplió cuarenta semanas de gestación visitó al doctor, quien le recomendó inducir el parto, pues la bebé ya estaba muy grande y si crecía, corría el riesgo de no pasar por el canal de parto.

Acataron la sugerencia y toda la noche pasó con contracciones muy altas, sin embargo, cuando el médico llegó por la mañana se percató que no estaba dilatada ni un centímetro y recomendó realizar una cesárea para evitar que algo le pasara a la niña.

No se cumplió su deseo de parir de forma natural, pero sí el que su hija Isabella Alexandra Ximenes Astorga naciera sana un 12 de febrero del 2014 a las 11:45 a.m., momento que considera el más mágico de su vida.

“La escuché llorando, y cuando la pusieron en mis brazos, las lágrimas corrían como ríos sobre mis mejillas. Pesó 7 libras y 14 onzas, era rosadita, peloncita, con las rosquitas bien formadas en sus piernas y manos, conté todos los deditos. La olí y tenía esa fragancia embriagadora de bebé”, expresa emocionada Astorga.

Sintió que la conocía de siempre aunque pasó casi diez meses soñándola, deseándola, imaginándola y desde que la vio comprendió que su vida jamás sería la misma.

Para Leana ser mamá es el mejor regalo que una mujer puede recibir en este mundo y el comienzo de un amor sólido y fuerte, que perdurará siempre. Asimismo, se siente orgullosa de su esposo porque ha estado en todo el proceso desde el embarazo hasta hoy en día.

“Alexandre tuvo que ser muy paciente con el embarazo porque uno experimenta distintas etapas, un día estás eufóricamente feliz y otro muy triste y esos meses son como una montaña rusa de emociones, pero él siempre trató de complacerme y apoyarme en mis antojos”, enfatiza la mamá de Isabella.

Ser madre primeriza ha sido un viaje maravilloso que la ha llenado de felicidad, pero recomienda a todas las futuras madres que lean e investiguen para que no sientan miedo y así disfruten a plenitud su embarazo.

“Relájense y dejen las cosas en manos de Dios, disfruten mucho a sus hijos porque crecen muy rápido y prepárense para experimentar el acontecimiento más mágico del universo: dar vida”, exhorta Astorga.