MANOS AMIGAS
Todo comenzó con una materia universitaria. Estos cincos estudiantes de la carrera de Arquitectura de la UCA formaron el grupo Cimah, Compromiso Integral en Mejorar la Arquitectura para la Humanidad.
Enfocados en brindar su ayuda y conocimientos adquiridos a los demás, Dieber Vásquez, Jennifer Traña, Katherine Thomson, Heyliz Sáenz y Hazel Zeledón se pusieron las pilas para que sus trabajos de universidad fueran más allá de esas cuatros paredes. ¿Cómo así? Te contamos. Como parte del Servicio Social implementado en la UCA, estos jóvenes que cursan el último año son protagonistas de varios proyectos que desarrollaron en la ciudad de El Rama, como la rehabilitación del parque municipal y restauración del mirador de dicho lugar. ¿Qué te parece?
Pensando en su futuro, este grupo tiene entre sus planes fundar una empresa con visión “social y humanista” que ofrezca sus servicios a los más necesitados.
DE VARIAS “LENGUAS”
Nathalie Somarriba es una joven carismática de 17 años. Tiene algo de China, Japón y Estados Unidos. ¿Cómo así? Aprender sobre otros idiomas es lo suyo. Estudia en la Academia de Idiomas en la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC) y recientemente participó en el Concurso Anual de Discurso y Oratoria en Chino Mandarín, organizado por la Embajada de China Taiwán en Nicaragua.
“Lo consideré como una excelente oportunidad para poner en práctica los conocimientos adquiridos en la Academia de Idiomas de la UCC”, dijo Nathalie. Y muy bien dicho pues te contamos que ganó el primer lugar de dicho concurso. Pero eso no es todo. Más que la noticia de saber que fue la ganadora de esta oratoria, esta chica cuenta con orgullo que gracias a ello también obtuvo una beca académica para estudiar en China Taiwán. ¡Qué tal!
La beca tiene una duración de cinco años y consiste en un año de aprendizaje del idioma oficial y cuatro años de carrera universitaria. “Mi viaje está previsto para el mes de agosto y ahí estudiaré Ingeniería Industrial”, comentó Nathalie. Según datos de la Academia de Idiomas de UCC, solo tres estudiantes han optado a becas para estudiar en China Taiwán. ¡Éxitos Nati!
LÍRICAS DEL ALMA
Siguiendo los pasos artísticos de sus padres, Zuriel Bermúdez Cisne es un chavalo fiera con el violín. Aunque de inicio optaba por tocar otro tipo de instrumento, Zuriel se convenció de que lo suyo era ese instrumento.
Graduado del Conservatorio de Música de la Upoli se podría decir que este chico brinda el ciento por ciento de su tiempo a lo que ama: tocar violín. “El sonido es más tierno y se debe tener agilidad para tocarlo, además del papel importante que tiene dentro de la orquesta”, dice este chavalo capitalino.
El talento y pasión que demuestra por este instrumento lo llevó a conocer varios países de Europa y Latinoamérica.
A la lista se suman las participaciones en la Orquesta Juvenil Centroamericana y del Caribe (OJCA) y de compartir experiencias en la Universidad de Yale.
REINA DE LA CANCHA
Ella es Sheyla Flores, originaria de Managua. A simple vista pareciera una chica “normal” hasta que mirás su desempeño en la cancha. Un día empezó su aventura. Se vistió de jugadora y ahora no para de marcar goles que se cuentan como una máquina registradora.
Para Sheyla, la grandeza en el futbol femenino es su capacidad de enmascarar la dificultad de una tarea, con el fin de que lo complicado parezca fácil: 72 goles en un temporada, nuevo récord nacional. ¡Eso!
Ella siempre pensó en otros sueños, pero desde los 11 años su destino es el futbol, ahora comparte su tiempo con el equipo de la UNAN, mientras estudia por las noches secundaria acelerada en la Preparatoria de esa alma máter.
Solamente son 17 años, pero ha vivido una eternidad en el deporte, desde que el entrenador Alexis Zepeda le ayudó a desarrollar sus cualidades con el balón y con solo 13 años se integró a la Selección Nacional Sub-17.
Con 72 goles en la sumatoria de los dos torneos cortos nacionales, Apertura y Clausura, su hazaña está rodeada de sinónimos, como el del sacrificio, en un país con estigma en el deporte, pero con todo y eso Sheyla y su simpatía por el juego no conocen límites.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 B