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Atrapada por Nicaragua

Cuando toca el piano María Caridad Rosado nos transporta fácilmente a épocas mágicas o nos hace revivir sentimientos hermosos, quizás de amores que nos dejaron huella o de lugares que nos atraparon, como le pasó a ella cuando fue invitada hace veinte años atrás, a iniciar un proyecto de promoción cultural en Nicaragua y empacó sus maletas en Cuba para venirse acá. Un viaje que no ha tenido retorno desde entonces.

Cuando toca el piano María Caridad Rosado nos transporta fácilmente a épocas mágicas o nos hace revivir sentimientos hermosos, quizás de amores que nos dejaron huella o de lugares que nos atraparon, como le pasó a ella cuando fue invitada hace veinte años atrás, a iniciar un proyecto de promoción cultural en Nicaragua y empacó sus maletas en Cuba para venirse acá. Un viaje que no ha tenido retorno desde entonces.

¿Qué proyecto era ese que la hizo dejar su tierra y sus hijos?

Era un proyecto que parecía más una casa de cultura, promovíamos el arte y todo el que llegaba con intenciones de aprender se le enseñaba, más tarde evolucionó y pasó a ser el Conservatorio de Música de la UPOLI.

¿Cómo ha evolucionado desde entonces el Conservatorio?

Estamos muy complacidos porque ahora la carrera musical tiene nivel de licenciatura, eso es un gran logro. Pero también tenemos más de doscientos egresados de los niveles básico y medio en diferentes disciplinas como guitarra, violín, flauta, piano y en canto, que es una de las más buscadas.

¿Cómo es que alguien puede vivir veinte años fuera de su tierra sin extrañarla?

La extraño, si, pero un año después de haberme venido uno de mis hijos se vino a vivir acá, yo lo pedí y en la Universidad me complacieron, le dieron trabajo y aquí se casó y tuvo dos hijos. Mis nietos son mi alegría y aunque tengo otras hijas allá en Cuba que me piden que regrese, la verdad a mis 73 años no está en mis planes todavía, Nicaragua me atrapó, la música me atrapó. Quiero seguir haciendo esto.

¿Pero… por qué? en Nicaragua se tiene el concepto de que el arte es la cenicienta.

Era. Nosotros estamos trabajando en eso precisamente. Hemos desmitificado ese paradigma de que no se puede vivir de la música, nosotros hemos graduado mucha gente, profesionales de gran calidad que están haciéndolo muy bien, lo que pasa es que se necesitan estudios, por eso estamos esforzándonos.

Nosotras

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