El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2015 estima que cada tres segundos una nueva persona desarrolla la enfermedad en el mundo, algo que se agrava debido a que las personas cada vez viven más tiempo, aumentando la población envejecida y por tanto la prevalencia de esta enfermedad crónica, que se sitúa entre las más frecuentes.
Este estudio, elaborado por la Alzheimer’s Disease International (ADI) con el apoyo de Bupa, ha analizado el coste social y económico de la demencia, que se calcula que asciende a 818 billones de dólares estadounidenses. Y es que, si la demencia fuese un país, sería la décimo octava economía más grande del mundo. Además, superaría el valor de mercado de gigantes como Apple o Google.
Marc Wortmann, director ejecutivo de ADI, advierte que “el incremento del coste global de la demencia supondrá una seria amenaza para los sistemas de salud y sociales de todo el mundo”, señalando la importancia de generar leyes y políticas para “garantizar una mejor calidad de vida” a las personas que viven con demencia.
El problema reside en que los países más pobres tienen menos capacidad de hacer frente a la enfermedad, debido a que cuentan con menos recursos económicos y profesionales, expresa Wortmann.
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