El 17 de diciembre de 2014, aniversario número 78 del papa Francisco, entró en los anaqueles de la historia. Barack Obama y Raúl Castro, mandatarios de Estados Unidos (EE. UU.) y Cuba, respectivamente, anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas de ambos países después de 54 años de congelamiento de las mismas. Uno de los datos más impresionantes de la noticia, más allá del significado político, quizás fue que el logro se obtuvo por conversaciones secretas que los jefes gubernamentales sostuvieron por 18 meses y que tuvieron como mediador a ni más ni menos que al cumpleañero, un argentino de ascendencia italiana que ha roto un abanico de esquemas en la historia de los mandamases de la Iglesia católica y que no teme percutir en asuntos políticos de escala mundial. Y que no tiene por qué temer, según María López Vigil. Para la teóloga y periodista cubana nicaragüense, es normal que el pontífice participe en actividades políticas. “¡Él es un jesuita! Es un jesuita… Ellos saben mucho de política desde hace quinientos años”, afirma sonriendo.
Hijo de la Orden La Compañía de Jesús, Jorge Mario Bergoglio —quien escogió llamarse Francisco, tras ser elegido papa el 13 de marzo de 2013— fue esculpido por su trabajo de campo con las clases desfavorecidas, por su voto de pobreza, de castidad y de obediencia. El combustible que lo impulsa, por ende, no es la doctrina tradicional de la Iglesia, sino la justicia social y económica de los pueblos y la segunda encíclica de su autoría, Laudato si, ha hecho que cientos de políticos, empresarios y periodistas conservadores se rasguen las vestiduras y lo tachen de marxista.
En el documento del Vaticano se lee: “Los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medioambiente”.
A propósito de la encíclica, Jeb Bush, precandidato a la Presidencia de los EE. UU. por el Partido Republicano y hermano del expresidente George W. Bush, ha demostrado no estar de acuerdo con los enunciados del papa. “Pienso que la religión debe estar orientada a hacernos mejores personas, no a meterse en el universo político”, dijo en junio de este año. Y añadió: “Yo no tomo mis políticas económicas de mis curas, de mis cardenales o de mi papa”. Todo esto un mes después de halagar a Francisco llamándolo un “líder extraordinario que habla con claridad y diferente de los demás”. Pero esa admiración que siente por el papa, visiblemente, caduca cuando este último critica al modelo económico imperante en EE. UU. y el mundo. El pontífice, por otra parte, parece llevarse mejor con Obama, demócrata.
Una carta expedida por el Vaticano en diciembre de 2014 explicaba cómo Francisco logró acercar a Obama y a Castro. De mediados de 2013 a finales de 2014, indicaba el documento, el papa escribió al presidente norteamericano y al dictador caribeño, “invitándoles a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva fase de las relaciones entre las dos partes”. Además de esto, a lo largo de 18 meses, el papa recibió en la Santa Sede, ubicada en Roma (Italia), a delegaciones de ambos países para avanzar en los diálogos que derivaron en el, para muchos, sorpresivo anuncio de finales del año pasado.
¿UN POLÍTICO NATURAL?
Meses después, el 24 de septiembre de este año, en la segunda parte de un histórico viaje a Cuba y EE. UU., el papa Francisco se convirtió en el primer pontífice en hablar ante el Congreso de Washington DC. Y aunque fue recibido con honores por Obama el día anterior, no dudó en reprochar puntos sobre cómo opera el ejecutivo, legislativo y judicial del país. Un total de 435 representantes, 100 senadores y diversos magistrados escucharon un discurso cargado con los temas más delicados de la política norteamericana. El argentino, quien aseguró hablar como hijo de inmigrantes, pidió la abolición mundial de la pena de muerte; llamó a no denigrar a quienes viajan a un país foráneo en busca de mejor vida y mirar en ellos no una cifra, sino a personas con historias (y no olvidó señalar que la población estadounidense se compone en su mayoría de hijos de inmigrantes); y por último, condenó el tráfico de armas, diciendo que sucede “simplemente por dinero. Un dinero impregnado de sangre y muchas veces de sangre inocente”.
El pontífice acusó además al “silencio vergonzoso y cómplice” que rodea a la industria armamentística y recalcó que “es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas”. Este último reclamo lo hizo en un país que, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Suecia), exportó 10,194 millones de dólares en armamento al mundo entero en 2014, más que ninguna otra nación. Como respuesta, los políticos lo aplaudieron y hasta lloraron. En determinado momento, John Boehner, líder de los republicanos en el Congreso, no pudo ocultar sus lágrimas de católico devoto, aunque más conocido por su dureza en el universo político.
No obstante, a pesar de los discursos del papa, el religioso fue criticado por la cadena de noticias CNN, uno de los medios más vistos en EE. UU. y Latinoamérica. La televisora lamentó que en su paso por Cuba, del 19 al 22 de septiembre, no mencionó los temas de democracia y derechos humanos y que tampoco se reunió con grupos disidentes, como Las Damas de Blanco, esposas de presos políticos del régimen socialista y autoritario de Fidel y Raúl Castro, imperante en la isla caribeña desde inicios de 1959. A la vez, recibió abucheos por no hablar en EE. UU. del embargo económico que el país impuso a Cuba a finales de 1960.
Pero para María López Vigil, el papa Francisco sabe perfectamente lo que hace y el que no haya mencionado públicamente los temas mencionados en las localidades que visitó no resta magnitud a la importancia de su viaje. La periodista que cubrió la visita del papa Juan Pablo II a Nicaragua en 1983 para el diario español El País, explica:
“El papa Francisco ha sido protagonista (en las nuevas relaciones entre EE. UU. y Cuba), pero nos enteramos de su mediación hasta cuando ya había un resultado, que era la normalización de la diplomacia. A mí me da la impresión que él no quiere hacer pública su influencia en el conflicto. ¿Cuándo supimos después de 18 meses de la mediación que él estaba haciendo con Obama y Raúl Castro y otros? Cuando ya había un resultado. Entonces a mí me parece que el papa Francisco está demostrando que es un hombre que sabe relacionarse con el poder, ejercer el poder y manejar al poder”.
Además, la también experta en Teología considera que el papa, al tocar los temas ambientalistas y al condenar el modelo capitalista como uno que no toma en cuenta el bienestar del ser humano, trabaja con una mirada de largo plazo. “Y eso es propio de un político inteligente y astuto. Porque son los procesos de largo plazo los que dejan huella. Es decir, la opinión del comentarista es efímera”, califica.
Según la teóloga francesa nicaragüense Michelle Najlis, el papa piensa más en los desfavorecidos y su actitud es “más pastoral que politiquera”. “Lo que está buscando es la reconciliación con Cuba. O por lo menos que le quiten el embargo, lo que beneficiaría al pueblo cubano, que es el más fregado”, opina.
PASOS DECIDIDOS Y SEÑALES DIVINAS
Francisco ha dicho que su papado será uno de los más cortos. Algunos han especulado que durará no más de cinco años, pero lo que es seguro es que no es un líder religioso ocioso. En poco más de dos años ha viajado a Brasil, Israel, Jordania, Palestina, Corea del Sur, Albania, Francia, Turquía, Sri Lanka, Filipinas, Bosnia y Herzegovina, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Cuba y EE. UU. Y entre sus visitas programadas para noviembre de 2015 están Kenia, Uganda y República Centroafricana y para el 2016 el pontífice piensa pisar el suelo de Argentina, Chile, Uruguay, Polonia, Armenia y Malta.
El periodista Jon Lee Anderson cubrió la segunda parada del papa Francisco en su reciente visita a Cuba, en la ciudad de Holguín, al este de la isla y un poco al norte de Birán, cuna de Fidel Castro. En su artículo para el diario estadounidense The New Yorker, Lee Anderson describió un curioso episodio. “Uno de los momentos más surreales de la visita del papa Francisco a Cuba ocurrió ayer (21 de septiembre pasado), cuando, durante su segunda parada en la aleatoria ciudad de Holguín, los cielos se abrieron y apareció un aguacero tropical, inundando las zonas rurales y desbordando los ríos cercanos. Era el final, aparentemente, de una larga sequía que ha preocupado a los cubanos (…). Un hombre me miró mientras la lluvia venía y me dijo con humor: ‘El papa ya nos ha traído algo bueno’”.
María López Vigil se alegra por que un papa latinoamericano sea el que llegue a Cuba, país donde ella aprendió a leer y a escribir. “Me alegra profundamente, en lo personal, que un latino llegue a Cuba… Hubiera querido que dijera más, pero entiendo que él sabe lo que tiene que decir. Creo que tiene la mejor voluntad para el pueblo de Cuba. Creo que la tiene. Si él puede influir en el fin del embargo y en la democracia para el pueblo cubano, se lo agradecerán por muchas generaciones. Y no solamente los cubanos que están en la isla”.
Y el logro sería casi todo de un hombre de Dios. No de un político.
de Estados Unidos.
LAS LOCURAS DE “PANCHO”
Desde que asumió como papa, Francisco no ha tenido pelos en la lengua y ha tratado temas polémicos de forma frontal. Estas son algunas de las iniciativas más atrevidas de “Pancho”, como le dicen de cariño algunos fieles:
Pobreza. Entre las primeras palabras de Francisco como papa se recuerda su deseo: “Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”. Y desde entonces ha tomado la lanza contra su propio círculo para que obispos renuncien a lujos y riquezas. “Duele ver a una monja o un cura con el último modelo de carro. No puedes hacer eso. Un carro es necesario para hacer mucho trabajo pero por favor, escoge uno más humilde. Si deseas uno llamativo, piensa en cuántos niños están muriendo de hambre en el mundo”, ha dicho después de cambiar el suntuoso Mercedes Benz negro y blindado que le dio el Vaticano por un Renault 4 francés de 1984 de color blanco.
Aborto. Francisco anunció que para el Año Santo Extraordinario (del 8 de diciembre 2015 al 20 de noviembre de 2016), se le concederá a todos los sacerdotes la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y estén arrepentidos de corazón por ello. Ha dicho: “Hemos hecho poco para acompañar a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución para sus profundas angustias”.
Divorcio. Para el papa, quienes disuelven el sacramento del matrimonio no quedan fuera de la Iglesia. Bergoglio opina que la separación de una pareja puede ser moralmente necesaria si se hace para proteger a uno de los dos miembros o a los hijos. Y de hecho, ha simplificado el proceso de anulación del matrimonio eclesiástico para facilitar a muchos católicos la posibilidad de casarse nuevamente por la Iglesia.
Homosexualidad. De forma categórica, Francisco dijo en su primer año de papado: “Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarle?” Desde entonces ha tenido un acercamiento inclusivo con esta porción de la sociedad, asegurando que nadie puede ser marginado y que los homosexuales deben ser ingresados a la sociedad como cualquier otra persona.
VIAJES PAPALES MÁS IMPORTANTES ANTES DE FRANCISCO
Enero de 1964. Pablo VI visita Tierra Santa:
Giovanni Battista Montini o Pablo VI fue el primer papa viajero. Elegido sumo pontífice el 21 de junio de 1963, se convirtió en el primer papa en viajar en avión, el primero en salir de Italia en más de un siglo y el primero en pisar Tierra Santa desde que lo hiciera San Pedro, en el siglo I d.C.
Marzo de 1983. Juan Pablo II visita Nicaragua:
La visita del polaco Karol Jozef Wojtyla —papa Juan Pablo II— a Managua, Nicaragua, generó múltiples opiniones. Se pensó que el pontífice vendría para un acto de paz, para atenuar las tensiones entre el régimen sandinista, la Contrarrevolución y la Iglesia católica, pero no tuvo éxito.
Abril de 1987. Juan Pablo II visita Chile:
La imagen del papa nacido en Polonia junto al dictador militar Augusto Pinochet el 2 de abril de 1987 en el balcón del Palacio de La Moneda de Santiago, capital de Chile, es una postal mítica en la historia de los viajes papales. La visita fue criticada por sus detractores, pues consideraron que era una forma de legitimar el régimen militar.
Noviembre de 2006: Benedicto XVI visita Turquía.
El papa Benedicto XVI, originario de Alemania y bautizado Joseph Aloisius Ratzinger, visitó Turquía cuando las relaciones entre el catolicismo y el islamismo vivían su peor momento desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
FRASES CÉLEBRES DE PONTÍFICES
“Si quieres la paz, lucha por la justicia”. Pablo VI, papa desde 1963 hasta 1978.
“El recurso a las armas para deshacer las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad”. Juan Pablo II, papa de 1978 a 2005.
“Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, no pasa a ser divina, sino demoníaca”. Benedicto XVI, papa de 2005 a 2013.
“La Iglesia se ha encerrado muchas veces en cosas diminutas, de mentes limitadas”. Francisco I, actual papa desde 2013.
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