Ideas y personas
En enero de este año Alexis Tsipras gana las elecciones de Grecia con un discurso de “esperanza y dignidad”. En esa oportunidad decía: “Habéis vencido el miedo y recuperado la esperanza. Nuestra victoria es una victoria de todos los pueblos de Europa que luchan contra la austeridad. Nuestra prioridad es devolver la dignidad perdida a Grecia. El nuevo ejecutivo está listo para trabajar y negociar con nuestros acreedores una razonable solución al círculo vicioso de la deuda”.
Y comenzó la negociación con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional que exigían a Grecia cumplir con los requisitos estipulados para suscribir un tercer rescate. Para empezar había que cambiarle el nombre a la Troika y sustituirlo por “las instituciones”.
Asunto de lenguaje políticamente correcto.
Tras meses de negociaciones y antes de que expirase la prórroga otorgada por las “instituciones” para negociar un nuevo rescate, Alexis convoca una consulta para que el pueblo griego decida si acepta o no las condiciones para el nuevo rescate. Le llamaron la fiesta de la democracia. Alexis pide el “no” a los griegos. Triunfa el “no” y triunfa Alexis. No al plan de recortes, no a la subida de impuestos, no a las privatizaciones, no a la reducción de las pensiones, no al alargamiento de la edad de jubilación.
Sin embargo, Alexis firma un acuerdo con la misma Troika con una rendición absoluta ante los acreedores después de que él y los griegos habían rechazado las condiciones exigidas. El acuerdo provocó la salida de cuarenta diputados de Alexis, la pérdida de la mayoría parlamentaria y la renuncia del exministro de Economía Yanis Varoufakis, que había sido el protagonista de las negociaciones con “las instituciones”.
Luego de recibir el primer desembolso del tercer rescate acordado, Tsipras también renuncia y convoca a elecciones anticipadas y dice que “buscará el voto de los ciudadanos para continuar el programa de su gobierno”. ¿Cuál programa? ¿El de la Troika o el programa anti Troika?
Se celebran las elecciones, Alexis encuentra los votos que buscaba y, una vez más, se alza con la victoria. Parecería que el papa Francisco tiene razón. Hay que servir a las personas y no a las ideas. Y definitivamente con el triunfo de estas elecciones y su carrera por el poder, los griegos han servido a Alexis.
¿El candidato de las ideas de la Troika? ©FIRMAS PRESS
Violeta Yangüela. Periodista y escritora dominicana.
Estar sano y no enfermar
Todos tenemos alguna dolencia, trastorno o enfermedad que deseamos superar o simplemente olvidarnos de ellas. Sin embargo, a veces no dedicamos ni un solo minuto al día para atender al tesoro más importante que tenemos, la salud. Deberemos tomar conciencia de nosotros mismos y dedicarnos algo de más tiempo a mimarnos de lo que normalmente hacemos.
Cualquier dolencia puede ser evitada siempre que se mantenga el equilibrio, no solo del cuerpo sino también de la mente y las emociones (salud holística). Podría decir que nuestra manera de vivir en las grandes urbes de occidente, desconectados de la naturaleza e imbuidos por el estrés continuo, sumados a una dieta incorrecta y, sobre todo, tratando de no mirar hacia nuestro interior, acaba llevándonos, irremediablemente, a sufrir el proceso de la enfermedad.
Para mantener la salud del cuerpo hay que buscar un equilibrio mucho más allá del propio cuerpo, tomando conciencia de nosotros mismos y de nuestro entorno. Lo primero que necesitamos es expulsar de nuestro organismo las toxinas físicas y mentales que están dañando nuestras células; con una dieta adecuada y corregir el mal funcionamiento de nuestros fuegos internos.
El arte de no ponerse enfermo consiste en mantener unos niveles de salud altos, incluso cuando caemos enfermos. Una vida sana pasa por conocerse a uno mismo y para ello es preciso aprender el arte de la soledad, superar los miedos inmovilizadores y, a menudo, salir de la zona de confort.
Para disfrutar de salud física y emocional hay que considerar tres pilares fundamentales: la familia, el trabajo y las relaciones sociales.
Cómo conseguir todo esto no depende tanto del entorno (ni mucho menos vale echarle la culpa a la crisis de lo mal que lo tenemos) sino de nuestros propios recursos personales, y el terreno mejor abonado para que surjan estos frutos consiste en conocerse a uno mismo. Este autoconocimiento pasa, por salir de la zona de confort (“la zona de confort es esa en la que nos sentimos mal pero no nos falta de nada”), aprender el arte de la soledad (“si aprendemos el arte de estar solo, nuestro entorno social mejorará”) y abandonar los viejos miedos inmovilizadores (“porque desde el miedo, surgen relaciones neuróticas; desde la fortaleza, relaciones nutritivas”).
Y, sobre todo, depende de que revisemos nuestras creencias, porque “nuestras creencias determinan nuestra estrategia vital y, por ende, nuestra salud”.
Miguel Barbosa Rivas
Carlos Núñez y la verdad histórica
En el Diario LA PRENSA del 2 de octubre del presente año, en la página Política aparece el titular “Orteguismo liquidó su propia Constitución” escrito por la periodista Leonor Álvarez. Le acompaña una fotografía con el pie de foto siguiente: “Carlos Núñez (vestido de militar) en una plática con trabajadores del parlamento”. Quienes aparecemos en dicha fotografía somos periodistas y conversábamos con el guerrillero y comandante del Frente Sandinista, Carlos Núñez Téllez.
No fui amigo ni subordinado del comandante Núñez, pero lo traté en muchas ocasiones en que me honró con su amabilidad. Asimismo me reveló hechos sobre la actuación de algunos diputados que como periodista publiqué y otros no. Por ejemplo un directivo de la Asamblea que viajó al exterior con dinero del parlamento y al regresar, según palabras de Núñez, hizo un cuento de Las mil y una noches. Esta situación no me hacía asalariado ni favorecido con el presupuesto de la Asamblea. Aprovecho para reconocer dos propuestas que me hizo Núñez, en una oportunidad me ofreció un vehículo Lada, gasolina, mantenimiento y un chofer para entrenarme en el manejo de dicho vehículo.
Los dirigentes del MAP que tenían vehículos me ordenaron que no lo recibiera pues el objetivo según ellos, era comprarme. Núñez insistió en la donación y que después lo vendiera, lo cual no acepté. Días después se produjo la macrodevaluación y el valor de dicho carro se redujo a cinco córdobas. En otra ocasión hubo un viaje a México, Cuba, Colombia, Ecuador y Perú. Él me ofreció formar parte de la comitiva y que no aceptaba a otro del MAP. Nuevamente los dirigentes seleccionaron a otro más capaz, según ellos. El doctor José Luis Villavicencio me ofreció su apoyo a nombre del comandante Núñez pues me consideraba merecedor de ese viaje. Sin embargo no acepté y le rendí las gracias. En verdad, este dirigente sandinista fue siempre accesible a los periodistas tanto en su despacho como en los pasillos y en las calles. La foto comentada del Archivo de LA PRENSA demuestra un trato cordial de su parte con los periodistas. Es la verdad histórica.
Juan Alberto Henríquez. Periodista
Precisión en afirmación
En la edición del 5 de octubre en el artículo con el titular “Inequidad amenaza democracia nica”, en un párrafo dice: “Según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN), entre 2008 y 2014 la familia presidencial ha amasado 4,059 millones de dólares, provenientes de Venezuela”.
Al respecto cabe aclarar que han sido diversos sectores de la oposición y la sociedad civil los que han denunciado que la familia presidencial a través de allegados maneja de forma discrecional los fondos venezolanos. Por lo tanto dicha afirmación en el artículo no es atribuible al BCN.
La redactora
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