Parque Viva, Costa Rica. Domingo 18 de octubre. 10:00 p.m. En el escenario Katy Perry está lista para cantar Unconditionally , pero antes decide subir a seis fanáticos al escenario. Todos querían ser los escogidos, pero la primera en ser llamada entre el público fue una adolescente morena, delgada, vestida como ella.
“What your name?”, preguntó la diva, a lo que la adolescente contestó: Lucía. “Where are you from?”, fue la otra pregunta. La adolescente de 15 años respondió: ¡Nicaragua! El abucheo de los ticos no se hizo esperar, pero los aplausos y gritos de los nicas que estaban en el lugar fueron más fuertes.
Así Lucía Gamboa Hernández, quien vive en el barrio San Felipe, en León, cumplió su sueño. Esa pudo haber sido la noche de cualquiera, pero no. Esa fue su noche.
Lucía dice que cuando subió al escenario estaba “súper nerviosa, el corazón me latía súper fuerte y no me lo creía, pensaba que estaba viviendo un sueño, la tuve enfrente, pude ver sus ojos, todo fue algo mágico, es un ejemplo a seguir, es como una mamá que te enseña cosas increíbles a través de la distancia y que podés conectarte con ella a través de su música”, dijo.
La adolescente está en cuarto año en el colegio La Asunción de María, le gustaría estudiar Medicina, ya que su promedio es de 96 por ciento.
Gamboa hizo todos los esfuerzos para participar en el concierto que iba a ofrecer Katy Perry. El viernes 16 de octubre salió a las 6:00 a.m. con su papá Carlos Manuel Gamboa rumbo a Costa Rica. Y para captar la atención de la cantante estadounidense se vistió igual a ella, algo que tenía planeado desde hace mucho tiempo.
El viaje duró más de 12 horas para llegar a San José. Hizo una larga fila para poder entrar y quedar adelante. “Fue cansado —confiesa— pero todo valió la pena”, expresa mientras ve en la pantalla de su celular el selfie que Katy Perry se tomó con ella.