El papa Francisco ha meditado nuevamente sobre el sacerdocio y señala que el sacerdote es un hombre “en medio de los otros hombres”.
En este punto ha advertido también a los obispos sobre la importancia de la cercanía con los propios sacerdotes. Les ha pedido que estén siempre disponibles para ellos aunque tengan mucho trabajo.
“Un obispo siempre está ocupado, gracias a Dios. Pero si tú, obispo, recibes una llamada de un sacerdote y no puedes recibirle porque tienes mucho trabajo, al menos toma el teléfono y llámalo”, ha exhortado el papa. Y además de la cercanía les ha pedido “residencia” en la propia diócesis. “Si no tienes ganas de permanecer en la diócesis, dimite. Y da la vuelta mundo haciendo otro apostolado muy bueno. Pero si eres obispo de esa diócesis: residencia”.
Con este testimonio de vida, ha indicado el papa, podemos evangelizar, hacer experimentar la belleza de una vida vivida según el Evangelio y el amor de Dios que se hace concreto también a través de sus ministros.
“Un sacerdote no puede tener un espacio privado. Siempre está con el Señor o con la gente”, ha afirmado el pontífice latinoamericano Jorge Mario Bergoglio, de origen argentino.