Existen muchas formas de salvar vidas cuando se trata del trasplante de médula ósea.
Muchas veces lo primero que se le viene a la mente es una aguja cerca de la espalda. La punción en la cresta ilíaca, por encima de los glúteos y debajo de los costados, requiere quirófano y anestesia.
Esta extracción es la más conocida pero también la menos frecuente. También se puede encontrar en la sangre del cordón umbilical y a través de la aféresis, donde le quitan sangre de un brazo y la introducen por el otro brazo para obtener progenitores hematopoyéticos.