El incansable “trabajo de bomba” de nuestro corazón lo realiza gracias a que está dotado de su propio sistema eléctrico que establece ritmo normal o sinusal de trabajo en el adulto sano de 60 a 100 latidos por minuto. Si el trabajo mecánico de la bomba cardíaca se detiene, nos morimos.
Cuando los ritmos cardíacos son diferentes del sinusal o normal aparecen arritmias causadas porque la electricidad interna cardíaca se ve afectada: falta de riego sanguíneo (isquemia), crecimiento del corazón o daño en su estructura interna, alteraciones en minerales de la sangre (calcio, sodio, potasio, magnesio) o del PH sanguíneo (acidosis).
Otros factores: glándula tiroides deja de funcionar o funciona acelerada, algunos medicamentos o drogas ilegales tipo cocaína o heroína son causantes de arritmias.
Una persona tiene palpitaciones y siente que “el corazón se le va a salir del pecho”. Otras se quejan de que en ocasiones sienten como “punzadas y movimientos anormales”. A otros les da mareos o se desmayan.
Otro cuadro clínico es un ataque cardíaco: intenso dolor en el pecho que se irradia al cuello y miembro superior izquierdo, el corazón se acelera por una gran velocidad surgida en el ventrículo izquierdo, que es una fibrilación o arritmia ventricular que lleva a la muerte, habitualmente, al paciente, salvo que reciba asistencia médica oportuna y de calidad en las dos primeras horas.
El cuidadoso interrogatorio y examen físico y un electrocardiograma nos dan la orientación inicial del tipo de arritmia que afecta al paciente. Frente a la duda se realizan estudios de 24 horas del ritmo cardíaco y otros estudios.
Una arritmia puede poner en peligro su vida y siempre es una campanada de alerta que algo no anda bien en nuestro corazón. Visite al médico internista, no consuma drogas, abandone el tabaco.
[email protected]