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Vicente Maltez, médico internista. LAPRENSA/ARCHIVO

Grasas y corazón

Enfermedades cardiovasculares son una plaga creciente en el mundo moderno, son capaz de producir 40 por ciento de los fallecimientos.

Las enfermedades cardiovasculares son una plaga creciente en el mundo moderno, son capaz de producir 40 por ciento de los fallecimientos.

La aterosclerosis, es el endurecimiento y estrechamiento de las arterias. Se considera una de las principales causas de muerte por producir cardiopatía isquémica o coronaria, enfermedad arterial periférica y derrames cerebrales.

Cuando tenemos colesterol y triglicéridos de la sangre por encima de los valores normales estamos frente a una dislipidemia que es un factor de riesgo serio para desarrollar aterosclerosis temprana, solo superada por el tabaquismo.

La falsa confianza de las personas deriva que en las primeras etapas estos padecimientos metabólicos no producen síntomas. Otras veces aquejan fatiga, zumbidos de oídos, presencia de xantomas (acúmulos de grasas) en tendones o en la cara.

Otros pacientes se quejan de dolor en las pantorrillas cuando caminan o hacen ejercicios: es la claudicación intermitente derivada de la enfermedad arterial periférica.

Las principales dislipidemias son la de tipo IIa que afecta al diez por ciento y suele llamársele hipercolesterolemia familiar y la grasa que se incrementa es el colesterol. Tiene el papel más negativo en la producción de aterogénesis, es decir fuerte potencial en complicaciones.

La tipo IIb o dislipidemia mixta afecta un 40 por ciento de la población y en ella se aumenta el colesterol y los triglicéridos. Moderado efecto de aterogénesis.

Hasta un 45 por ciento de las personas con dislipidemias pueden presentar la de tipo IV, también llamada Hiperlipidemia familiar y se caracteriza por el incremento prevalente de los triglicéridos y en menor grado el colesterol.

Podemos tener una dislipidemia por herencia familiar (primaria), pero es más común que estas sean adquiridas o secundarias a enfermedades como diabetes, síndrome nefrótico, hipotiroidismo, dietas grasosas, alcohol, tabaco y obesidad.

Las dislipidemias constituyen una seria amenaza a la vida y la seguridad de las personas.

Consulte con su médico internista.
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