Paradigma feminista
Actualmente la gran mayoría de la gente acepta las ideas feministas, como que la mujer tiene la misma dignidad que el hombre, con los mismos derechos sociales y la misma retribución económica por los trabajos similares, aunque en este último aspecto aún falta avanzar para conseguir una auténtica igualdad entre los dos sexos. Todo esto se acepta pero se ponen en duda los postulados del feminismo radical.
A veces aún oímos en los medios de comunicación ideas como la subordinación e inferioridad en el que se encuentra el sexo femenino respecto al masculino. Dicen que históricamente el hombre ha marginado en todas las civilizaciones y en todas las épocas a la mujer. Por tanto, la historia ha de comprenderse en clave de opresión y explotación. Estos conceptos tienen su origen en la praxis marxista defendida por Sartre y Marx. Siguiendo estos razonamientos se concluye que hay que suprimir la misma feminidad y que la mujer debe independizarse y liberarse de su propia naturaleza y de las funciones de la maternidad y del hogar.
Ante estas afirmaciones, demasiado oídas y repetidas, se tiene la impresión de que ya son viejas y pasadas de moda. Pero la realidad es otra: en la unión del hombre y la mujer se dan dos de las mayores realidades humanas: la misión de transmitir la vida y el amor humano llamado a complementarse en una entrega recíproca no solo física sino también espiritual. La mujer tiene la dignidad de traer nuevos seres al mundo y a la vez satisface su deseo íntimo de maternidad. Cuando en un matrimonio se tropieza con la esterilidad, la medicina acude a resolver el problema investigando eficaz y satisfactoriamente para conseguir la fecundidad de la pareja.
Respecto a las tareas del hogar vemos que cada vez más frecuentemente el varón ayuda a la mujer en las tares domésticas y en la educación de los hijos. Asimismo, los políticos promueven una legislación que contribuya a conciliar la vida laboral en el trabajo y las necesidades familiares. Esto facilitará, en un futuro no muy lejano, que ambos padres puedan tener una vida profesional satisfactoria y una participación igualitaria en las tareas de la casa y en la educación de los pequeños.
Esperamos que la humanidad avance en un auténtico feminismo de igualdad y se vaya configurando una civilización del amor y de la paz.
Arturo Ramo García.
La contundencia de la historia
Muy comentada ha sido la obra de los profesores Daron Acemoglu y James Robinson ¿Por qué fracasan los países? Distintos profesionales han concluido que lo importante de dicha obra ha sido la identificación de instituciones extractivas e inclusivas que inciden muy directamente en el desarrollo o estancamiento de un país, por lo tanto no voy a comentar sobre dichas instituciones.
El otro aspecto, que creo que conviene destacar, es el importante análisis histórico que se presenta en la obra y que sirve de plataforma de sustentación para la definición de los conceptos de inclusión y extracción. En América Latina destaca la naturaleza extractivas de las instituciones, desde las grandes culturas de las sociedades Inca, Azteca y Maya, pasando luego por las instituciones coloniales principalmente la mita y la encomienda, hasta llegar al período republicano en donde las mismas élites recreaban las instituciones extractivas, solo que en ese momento bajo el paraguas republicano. Lo anterior lo contrastan con el tipo de colonización en América del Norte, donde los colonos de la Virginia Company tuvieron ellos mismos que labrar sus tierras por la escasez de oro y mano de obra indígena, por lo que se vieron en la necesidad “que para lograr una colonia viable, era necesario crear incentivos a los colonos para invertir y trabajar duro”. De ahí germina el interés de legislar y crear las primeras instituciones inclusivas de los que hoy es Estados Unidos.
Con respecto a las llamadas revoluciones, que se dieron lugar tanto en Europa como en otras partes del planeta, Acemoglu y Robinson destacan que fueron los llamados gobiernos revolucionarios continuadores de los regímenes que supuestamente combatían. Esto dio paso al fracaso del socialismo como sistema político y la creación de feroces élites políticas que al final resultaron ser más brutales que los sistemas que sustituían.
La obra en mención confirma mi opinión de que lo que pasó en julio 1979 fue todo menos revolución ya que aumentaron los usos y los abusos, convirtiendo a nuestra patria en un remedo de Estado. Solamente fuimos parte de una macabra y canalla comparsa más de la izquierda que operaba como cartel político, cuya sede estaba en Moscú y La Habana, al final como toda farsa este gobierno terminará y de forma violenta como ha gobernado. El que tenga ojos que vea y el que tenga razón que entienda.
Pavel Molina Cruz.
Un noble educador
Santo Tomás de Lovigüisca vio nacer al licenciado Mariano Miranda Noguera, hijo de Rodolfo Miranda y Zulema Noguera Gómez. Un niño que se transformaría en toda una institución de cultura y educación, un promotor de las expresiones del alma en el aula de clase, un hombre que sería lumbrera para decenas de generaciones…
Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Superior de Varones y la formación secundaria la continúo en Instituto Nacional de Chontales, Josefa Toledo de Aguerri siendo parte de la segunda promoción de bachilleres en 1952 .
Al concluir dirige sus pasos a la universidad donde obtiene la licenciatura en Ciencias Sociales con mención en Geografía (1975) y la licenciatura en Ciencias de la Educación con mención en Biología y Química. En 1976 obtiene un posgrado en Geografía Aplicada y maestría en Antropología.
Don Mariano se destacó como catedrático universitario, geógrafo, antropólogo y humanista. Su vida la encaminó a desarrollar la educación de Nicaragua. Fue profesor del Instituto Nacional de Chontales (1968-1969), en la época de oro junto con Gregorio Aguilar Barea y don Víctor Marín. Además, es fundador de múltiples instituciones, entre las que cabe mencionar: Escuela Normal de Chontales, Clan Intelectual de Chontales (miembro fundador y presidente en 1971), Museo Arqueológico Gregorio Aguilar Barea, Escuela de Preparatoria (UNAN, Managua) y el Departamento de Antropología de la UNAN.
Defendió el trabajo de los educadores y fue presidente de la Federación Sindical de Maestros de Chontales. Por esas razones fue suspendido de sus funciones educativas en 1970 por el gobierno de Somoza.
Es autor de tres significativas obras que nos redescubren como chontaleños: 1. Estudio monográfico del departamento de Chontales (1969), 2. Errores de los historiadores acerca de la cultura de los pueblos precolombinos llamados Chontales (1973) y 3. Las estatuas líticas de Chontales (1980).
Su labor fue aplaudida en vida. Entre los múltiples reconocimientos destacan: dedicación de dos promociones de bachilleres del Instituto Nacional de Chontales (undécima en 1961 y la vigésimo segunda en 1971), Pabellón E “Mariano Miranda Noguera” de la UNAN-Farem-Chontales, la UNAN-Managua le reconoció su labor a través del título Doctor Honoris Causa en Humanidades (2010), el Paseo Universitario “Mariano Miranda Noguera” le dedicó el V Congreso Centroamericano de Antropología (2004), Medalla XXV Aniversario y fue condecorado con la Medalla al Mérito por los chontaleños residentes en Managua (2008).
Chontales sigue en deuda con este noble educador. Hoy lloramos tu partida, mañana continuaremos con tu loable labor.
Alexander Soza Cano.
Aclaración sobre artículo
Aclaramos que la fotografía publicada en la sección Voces del pasado jueves 18 de febrero, junto con el artículo titulado: La promoción del consuegro, no es la del señor Francisco Javier Gutiérrez Lagos, autor de dicho artículo, sino de su homónimo, el señor Francisco Javier Gutiérrez, también colaborador de dicha sección de LA PRENSA.
Ofrecemos nuestras disculpas por la confusión.
El editor.