90 AÑOS AL SERVICIO DE LA VERDAD Y LA JUSTICIA
Desde su fundación el 2 de marzo de 1926, LA PRENSA ha sido el bastión de la lucha del pueblo nicaragüense. Su lucha contra las injusticias, la corrupción administrativa y la censura impuesta por los distintos gobiernos totalitarios, que ha tenido nuestro país, han sido permanentes. Es un vigilante que no tolera nada, un reflejo vivo de estar Al Servicio de la Verdad y la Justicia.
A través de estos 90 años LA PRENSA ha significado para el pueblo de Nicaragua: libertad. LA PRENSA, durante estos años ha sufrido amenazas, amonestaciones, censuras informativas y publicitarias, acoso fiscal de gobiernos de derecha y de izquierda, y dos grandes cierres impuestos. El primer cierre fue del 10 de agosto de 1944 al 11 de junio de 1946, decretado por la dinastía somocista. El segundo cierre fue por disposición del gobierno sandinista, el 26 de junio de 1986, reapareciendo el 1 de octubre de 1987, lo que significó un triunfo histórico del pueblo nicaragüense.
LA PRENSA evoca una historia de abnegación y servicio, no únicamente por presentar a los nicaragüenses una información veraz y objetiva, sino por defender los derechos humanos, por estar a favor de las reivindicaciones sociales en abierta oposición contra la opresión, la imposición y la inmoralidad.
LA PRENSA ha sido el principal vehículo del reclamo del nicaragüense y ha prestado ese servicio con buena voluntad y honestidad, reconocida incluso por muchas personas que no están de acuerdo con su línea editorial.
LA PRENSA, además de su función periodística, ha sido educadora y promotora cultural. En 1946 inició una campaña sobre la importancia de la alfabetización. Y en la década de los sesenta un grupo de ciudadanos se organizó para iniciar un proceso de alfabetización, impulsados por el interés loable que había despertado LA PRENSA.
En el aspecto cultural, LA PRENSA ha brindado y sigue brindando apoyo a las artes y las letras y se ha comprometido con los intelectuales del país a través, primero, de La Prensa Literaria y ahora con su nueva sección Literaria, manteniendo un manifiesto espíritu de cultura y libertad.
“LA PRENSA ha sido una República de Papel: es decir el mapa cotidiano de un territorio libre donde los nicaragüenses escriben, leen y conviven su fe, sus luchas y sus esperanzas democráticas”, escribió nuestro inolvidable poeta y humanista don Pablo Antonio Cuadra.
Nuestro director mártir y héroe nacional, doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, al cumplir LA PRENSA 50 años, el 2 de marzo de 1976, dijo que “el día que se destruya LA PRENSA, no es que van a destruir el espíritu libre del nicaragüense; es que van a destruir a cada uno de los que estamos aquí conmemorando 50 años del ejercicio de una libertad que es consustancial al ser humano”.
LA PRENSA seguirá adelante luchando por la verdad, por la justicia, por la cultura. Y seguirá denunciando la corrupción gubernamental, la falta contra la salud de los nicaragüenses, la corrupción en los poderes del Estado, realizando de esta manera una labor periodística con decoro y de incalculable beneficio para nuestra amada Nicaragua.
Julio León Báez, bibliotecario de LA PRENSA.
FELICITACIONES POR DÍA DEL PERIODISTA Y 90 ANIVERSARIO
Agradecemos las muchas felicitaciones que hemos recibido por el Día del Periodista y los 90 años de LA PRENSA, enviadas entre otras personas e instituciones por el doctor Carlos Tünnermann, Margarita López Miranda, Eddy Betanco, Alejandro Calero, Nicolás Lezcano, Leonel Lacayo Maliaño, Crea comunicaciones, Coca Cola, Partido MRS, Hemco, UCA, Hagamos Democracia, Coalición Nacional por la Democracia, la Unión Europea y muchos más. Muchas gracias a todos.
El editor.
BLASFEMIA CONTRA LA IGLESIA
Apostar por un buen periodismo es apostar por un periodismo más humano, más comprometido con la sociedad que con los poderes políticos, los grandes empresarios y la élite de la farándula.
Uno de los mejores periodistas que han existido en el mundo, Ryszard Kapuscinski dijo: “Para ser un buen periodista hay que ser buena persona, las malas personas no pueden ser buenos periodistas”.
Hace unas semanas el papa Francisco fue el centro de los principales medios de información, muchos de ellos con buenas intenciones trasmitían las actividades del papa en México, pero otros no solo se limitaban a informar sino que trataban de interpretar a su conveniencia lo que el papa decía. Todo tenía un fin, era atacar la fe de los que amamos nuestra Iglesia católica, poner en duda nuestra doctrina y sobre todo politizar a nuestro papa Francisco.
Ese tipo de periodismo es una muestra de que los medios populares no son los mejores solo por tener cierta fama sino por su sensacionalismo, mentir y poner titulares caóticos para vender más, pero desinformando a la vez. La BBC de Londres y El País de España son los principales medios populares que han querido engañarnos con su mala interpretación de la noticia. La BBC quiso poner en duda el celibato de san Juan Pablo II, y el diario El País interpretó a su manera las palabras del papa cuando se refirió a los anticonceptivos afirmando que él autorizaba su uso.
Debemos rezar para que en nuestra sociedad existan periodistas más profesionales, comprometidos con la verdad, periodistas católicos que defiendan más a la Iglesia desmintiendo a cada instante las blasfemias que se nos presentan, roguemos a Dios por la verdad en la información.
Gustavo Ramírez Escorcia.
ESTUPIDEZ GUBERNAMENTAL
Es lamentable el actuar de este Gobierno contra el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acusándolo de intervencionista y financiador de partidos políticos opositores. El régimen se pelea con las agencias de cooperación a sabiendas que estas sustituyen con proyectos sociales, el vacío dejado por la débil gestión gubernamental, para llevar a buen término el desarrollo de poblaciones urbanas y rurales en Nicaragua.
Los personeros del Gobierno han manifestado de forma verbal y escrita que cuentan con la suficiente “capacidad técnica” para manejar fondos de la cooperación, sin intermediarios. Pero eso no es cierto. La mayoría de países cooperantes como Noruega, Holanda, Suecia, entre otros, retiraron su apoyo, muchos de estos en calidad de donantes, por la incapacidad técnica, la falta de credibilidad del ejecutivo, la no transparencia en el manejo de los recursos y el manoseo de fondos con otros fines a los inicialmente pactados.
A nivel local ha sido lo mismo, vemos a funcionarios de las municipalidades reñir con cooperantes de ONG que trabajan en el desarrollo comunitario. Aseveran groseramente que estas son reaccionarias y no comparten su ideología marxista, socialista y cristiana. Otro aspecto que es interesante mencionar es que si por alguna razón el organismo cedió el espacio para equilibrar las relaciones entre los beneficiarios directos e indirectos, los funcionarios locales ocupan los recursos económicos para financiar otras “prioridades”. Esto es una clara violación al convenio con el organismo financiador, e igualmente una trasgresión a la Ley de Régimen Presupuestario Municipal, las que plantea los procedimientos para la reforma presupuestaria y el cambio en las partidas, aunque los fondos sean de donación.
Igualmente, se presiona a las organizaciones no gubernamentales, en apoyar a los “técnicos” municipales con el desarrollo de consultorías facilitadas por estos. Tienen el descaro de ser juez y parte, y si no logran su cometido, acusan al organismo de inflar los montos por el pago de servicios de consultorías, las denigran, no las validan, porque según ellos no fueron consultadas; y los datos no corresponden a la realidad, tratando muchas veces de manosear instrumentos técnicos de fuentes primarias, tales como: encuestas, entrevistas, grupos focales y sondeos de opinión ciudadana.
¿A dónde iremos a parar? Por un lado se da la muerte de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) con el cierre de los espacios, y por el otro las acusaciones infundadas hacia las agencias internacionales de cooperación al desarrollo. No es entendible cómo este Gobierno quiere repetir otros cinco años, si no han sido capaces sus ministros, funcionarios de cargos intermedios, delegados, etc., en darle repuesta a los problemas más sentidos de la población como la falta de empleo, sequía, corrupción, pobreza y la falta de agua.