Dejemos el actual sistema educacional
Pareciera que fuera drástica la opción de dejar el actual sistema educacional, pero no es así si se observan los pocos resultados que se han logrado a través de los años en que se ha empleado.
Nuestro sistema de enseñanza debe de estar dirigida a la que el joven observe y analice en todas la perspectivas. Leonardo da Vinci no dejó un buen modelo de enseñanza en donde la observación debe ser el punto de partida. Otro punto importante de Leonardo es que nuestros argumentos se deben de llevar a expresar matemáticamente (un modelo matemático ingenioso para ese tiempo).
Un aspecto criticable es el de ocupar tiempo en materias no tan básicas. Algunas materias tales como computación, expresión artística, religión le quitan horas a la matemática, la física, español, etc. En lo particular matemática y español deberían de ser 12 horas a la semana. Es importante tomar estas medidas para un progreso acelerado.
Existe una gran desmotivación en la juventud. Hay que motivarlos a mejorar. Es increíble la cantidad de información que posees y el poco uso de esta información. No es cargar al joven con información sino ayudar al estudiante a hacer uso de lo que aprende. Un caso increíble de genialidad con poca educación formal es Evaristo Galois, el padre del Álgebra moderno. Recibió educación formal pasó los 11 años y terminó su educación antes de los 18, suficiente para crear las teorías de grupo. Una persona que fue incomprendida por los genios de su época que no supieron maximizar el genio de este joven. Bregó contra la corriente, con dificultades en la dicción y problemas al expresarse. Afrontó problema difícil como la muerte de su padre de manera trágica. Paso un tiempo en la cárcel y acusado de traición. Con tanta adversidad dirían que no lograría su propósito. Muere a los 20 años con un legado de 60 páginas, dirían algunos que fue poco comparado con escritores prolíficos. Estas 60 páginas fueron suficientes para desarrollar una teoría que actualmente nos ayudó a la creación de los sistemas de navegación por satélites (como los GPS), las bases de la modulación computacional. Actualmente se habla de genios IQ 190 con pocos aportes. Se dice que este joven tenía un IQ de 310 desarrollado en solo 6 años (claro está todavía un mito porque para ese tiempo no existía el método). Jóvenes dejen la pereza. Pellízquense. No puede haber más anorexia voluntaria para no emprender esta gesta heroica.
Le recomiendo a los padres que en vez de que les compren a los niños lo que ellos quieren, mejor les compren lo que necesitan. Cero tabletas y celulares. ¡Niños a leer! Desarrollemos el hábito de leer. Hace ya más de 50 años se escribió El Shock del Futuro y que las publicaciones científicas nos superan en años a los lectores de las mismas y aun así Nicaragua ha decidido abiertamente quedarse en el pasado.
Maxwell Altamirano.
Gracias a Toño
Cuando forzados a salir de Nicaragua en diciembre de 1981 y después de establecernos en Houston, Texas, compartiendo con muchos cubanos amigos su experiencia junto con mi familia, estábamos seguros de que seguíamos sus tristes pasos. No se puede describir con palabras lo terrible que sentimos al saber que no teníamos dónde regresar (patria), cuando quisiéramos, ni siquiera a visitarla. Cada uno de los que vivimos el exilio debemos tener nuestros propios sentimientos al respecto. En el año 1986 inclusive consideré seriamente que al retirarme de mi trabajo como médico en Houston, Texas, me establecería en San Pedro, Sula, Honduras. La terrible guerra fratricida se mantenía y de repente aparece la unión de miles de nicaragüenses alrededor de la candidatura de doña Violeta y el ingeniero Antonio Lacayo como jefe de campaña.
Sus cualidades como político único y diferente las describió el doctor Humberto Belli en un artículo publicado en LA PRENSA y no es necesario repetirlas en este escrito, estando yo de acuerdo en toda la opinión del doctor Belli en su totalidad. En ese momento estamos seguros del triunfo de la Unión Nacional Opositora (UNO) y regresa nuestra esperanza el día de las elecciones. Cuando Ortega acepta el triunfo de doña Violeta nos llenamos de inmensa alegría y desde los Estados Unidos seguimos los acontecimientos políticos observando con inmenso regocijo que las acciones del nuevo Gobierno estaban dirigidas a sanar las profundas heridas y rencores que deja una guerra como la que sufrimos, también que por primera vez en nuestra vida veíamos incluidos en el actuar del Gobierno a todos los nicaragüenses, y Nicaragua de todos y para todos.
Resumiendo, gracias Toño, nos devolviste la Patria y al entregar el Gobierno, también una República, la cual soñó y por la que dio su vida el Mártir de las Libertades Públicas, doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y con él la inmensa mayoría de nicaragüenses.
Humberto J. Lacayo Dubón.
La violencia, causa y efecto
Inevitable resulta no ver con desconsuelo las diversas expresiones de violencia que vivimos y que como observadores se añora un pasado pacífico con la fe de un futuro consolador. Como seres humanos nacemos para defendernos en un mundo cada vez más cambiante y retador, pero la pregunta es: ¿Por qué tanta violencia globalizada? Muchos son los estudios sobre violencia y sus variadas expresiones que el ser humano produce y reproduce en una sociedad cada vez más alejada del mensaje pacificador que el maestro Jesús expresara hace dos milenios cuando dijo: “Ámense los unos a los otros”. Este mandato, resulta casi una utopía aplicarlo en la sociedad en la que vivimos.
La violencia parece ser una costumbre humana comandada por la inteligencia, y que el ser o no violento era una decisión de voluntad propia, pero resulta que no es así, intervienen en un ser violento aspecto como malos tratos en la infancia, poca o nula educación o la pobreza, pero nuevas investigaciones arrojan que aspecto genéticos y biológicos propician en gran manera conductas negativas.
A partir de la hipótesis de que el hombre nace bueno, pero es la sociedad quien lo corrompe, toma gran veracidad al situar dos perspectivas del mundo en que socialmente vivimos. Porque quien no ha sido víctima de la contaminación social vivirá más consciente de la violencia y sus consecuencias, y resulta que quien ha crecido en un ambiente caótico y violento, verá la violencia como un acto lícito o al menos permisible dentro de su contexto social.
Somos seres sociales y constantemente estamos interactuando con maneras de pensar y actuar que difieren de la nuestra y radica ahí, en saber comprendernos a nosotros mismos para comprender el entorno. Por defecto somos seres complejos y contradictorios y es ahí donde la violencia toma su papel al mezclar posiciones antagónicas.
La violencia es un déficit cerebral y quien la aplica lo toma como un acto normal, porque fue constituido en algún momento de su vida que actuar así es proceso normal aunque su ética y moral lo desaprueben. Vivimos en un mundo creado por nuestro cerebro y las vivencias pasadas buenas o malas nos estructuran una manera de actuar.
Vemos como ese flagelo gana espacio y lejos de menguar día a día crece de manera acelerada en un mundo menos pacífico. Los retos son enormes y pretender erradicar la violencia no es tarea fácil, es una tarea que cada uno llevamos como hacedores de actitudes, pero mientras no nos miremos en el espejo de nosotros mismos y nos sacudamos el actuar negativo que de manera consciente o inconsciente aplicamos a los demás, esto genera la escalera de la violencia. Debemos aprender a coexistir y entender que la violencia no es un acto que nació con nosotros como tal, sino que le dimos espacio en nuestro cerebro y luego en nuestro actuar.
Carlos Marcel Zeas.