Reflexiones sobre la educación
La vida del hombre sobre la tierra tiene carácter de “misión”. En esta tarea que va a ocupar la vida entera, lo natural, es aspirar a ser útil a la sociedad.
A la hora de realizarse, el hombre elige: o vida civil o religiosa.
La vida civil, lleva por su propia naturaleza a la familia, ámbito educador por excelencia, además de, escuela de abnegación, de entrega y de madurez, donde cada miembro tiene su papel, activo y pasivo. Merece la pena recordar aquí que la familia, como primera célula de la sociedad, necesita de un clima de libertad. Sin libertad, no se podría hablar de educación, sino de manipulación de las conciencias.
Los padres, ¿tienen derecho a la educación de sus hijos? ¡Por supuesto que sí! ¿Por qué? Porque el hombre tiende a dejar una imagen suya en sus hijos; porque en las relaciones paterno-filiales está presente una fuerza imprescindible en educación, que es la fuerza del “amor”; porque la autoridad, necesaria para la educación, tiene en los padres su fundamento natural, y porque el niño, se siente bien en el seno de la familia, que es fuente de amor y por tanto, de seguridad y estabilidad.
El Estado, ¿tiene derechos en materia de educación? ¡Sí! Tiene el derecho y el deber de garantizar escuelas, en número y calidad para asegurar un óptimo nivel educativo y cultural. Pero no, para imponer formas educativas contrarias a la libertad de los padres. Son los ciudadanos los que construyen el Estado, por lo que no está el Estado para dominarlos. Sino para representarlos. Del Estado no somos ni hijos ni súbditos.
La Iglesia, ¿tiene algo que ver en la educación? Tiene el derecho y el deber de llamar la atención, cuando haya algo que ponga en peligro la salvación de las almas.
Desde la antigüedad, el dominio de los pueblos ha sido por la fuerza bruta, y el terror. En estos tiempos modernos se emplean medios más sofisticados: el engaño; el uso de las leyes para fines partidarios, por el uso arbitrario de medios de difusión; subvenciones, que hacen a las gentes dependientes; manipulación de mentes infantiles, desde la escuela; etc. Defenderse de estas tramas organizadas no es fácil, hace falta valor y sobre todo confiar en la fuerza de la verdad.
La educación, por tanto, debe ser integral, completa, (también en materia moral y religiosa), con pleno derecho a la libertad personal y con sentido de justicia social.
Decía Sócrates: “El conocimiento es la virtud. Solo si se sabe, se puede divisar el bien”.
La civilización actual, tal vez más que nunca, está gravemente amenazada de dirigismo y politización, sobre todo, en materia cultural y educativa. Los gobiernos, deberían evitar la utilización de la escuela “pública” como monopolio estatal, porque priva de libertad y es contrario a los derechos naturales de los padres; al progreso; a la divulgación de la cultura; a la convivencia pacífica; y al pluralismo social.
Antonio de Pedro Marquina.
Ética médica golpeada
No solo preocupante, sino próximo a lo alarmante, es lo que estamos observando con el accionar de ciertos médicos, que han colocado a un lado el sagrado juramento hipocrático que involucra tantos compromisos, despojándose de sus responsabilidades y olvidando la esencia humana de la profesión, para incursionar en terrenos peligrosos atentando contra quienes necesitan atención, golpeando la ética médica.
Fundamentalmente, los médicos tienen la obligación de ser genuinos exponentes de los principios de la Ética Médica, y por tanto, haber asimilado e interiorizado los valores y cualidades morales de la profesión. Es eso lo que los impulsa a cumplir con esos principios, al sentir la imperiosa necesidad de hacerlo, más allá de lo que establezcan las normas. En estos momentos, con los admirables avances alcanzados por la ciencia y la técnica, se requiere de un equilibrio entre las nuevas tecnologías y el carácter humanista de la profesión.
Como ciudadanos interesados en la mejoría de nuestro país, es natural preocuparnos por la multiplicación de quejas de diferentes tipos que afectan la evaluación sobre el funcionamiento del sistema de salud, pese a los esfuerzos gubernamentales en esa dirección, que también saltan a la vista, justo es reconocerlo. No es posible que se tarde tanto en conseguir una cita médica, y más difícil aún, una atención apropiada frente a la urgencia de muchos casos; no se puede admitir que los diagnósticos carezcan de la precisión requerida para asegurar un tratamiento adecuado; que no se observe interés por proporcionar un buen servicio; que la gran mayoría de médicos en sus clínicas, no admitan las tarjetas de crédito, lo que aumenta las dificultades de los pacientes.
No se puede permanecer indiferente a tantos problemas médicos que además de ser conocidos en lo particular, son expuestos en los medios de comunicación, y que agrietan la confianza que debemos tener en el sistema de salud. Estos comentarios no tienen la intención de menospreciar a ningún galeno, sino instarlos a que practiquen los valores éticos y morales, en el desarrollo de sus importantes funciones, porque lo que está en sus manos, es la vida, lo más preciado que los seres humanos tenemos.
Hay que hacer valer el juramento hipocrático que compromete a los médicos a consagrar su vida utilizando los conocimientos adquiridos al servicio de la humanidad. Es precisamente eso lo que enaltece esa noble profesión.
Juan Carlos Zúniga.
Cambio de camuflaje
Sorprende escuchar al diputado “liberal” Wilfredo Navarro dar cátedra sobre la Revolución Liberal de 1893 liderada por el general José Santos Zelaya. Esta cátedra fue dictada en la tumba del general Zelaya por este triste personaje en la conmemoración de un aniversario más de esta verdadera revolución de progreso, asegurando estar de fiesta por otro aniversario.
Causa más indignación que sorpresa ver a Navarro en este acto, y frente a la tumba del prócer del liberalismo, hablar bellezas de esta corriente política cuando todos los nicaragüenses sabemos a qué partido se debe su fidelidad en estos momentos.
Es increíble la capacidad de Navarro para cambiar de camuflaje, de acuerdo a las circunstancias y a su propia conveniencia. Pero lo más triste de todo es la poca dignidad que tienen las autoridades del partido liberal al permitir el ingreso, o invitar, a un acto de esta magnitud a una persona que no solo ha traicionado los ideales del liberalismo sino la esperanza de todo un pueblo que en cierto momento vio en él a un opositor de las políticas represivas y abusivas de este gobierno, pero que llegado el momento de trabajar por los pobres, pasó a ser parte de la bancada oficialista, alzando las manos a ojos cerrados apoyando todas las iniciativas que el presidente inconstitucional y su esposa ordenan a sus borregos aprobar.
No sé mucho de historia, como presumió en ese acto el diputado Navarro ante los periodistas, pero por lo que he estudiado, la Revolución Liberal es sinónimo de progreso en Nicaragua, mientras la causa que ahora por conveniencia él apoya, solo ha traído a nuestro país sufrimiento para la gran mayoría, engaño a unos cuantos comprados con regalías de diferentes tipos y grandes riquezas para una familia y sus allegados.
La Revolución liberal hizo posible la conexión entre el Pacífico y la hasta entonces poco conocida Costa Caribe, permitiendo el intercambio cultural entre ambas regiones, facilitando la construcción de carreteras y explorando nuevas vías de comunicación, lo que hizo posible que Nicaragua llegara a ser el país con mayor potencial productivo en Centroamérica.
Francisco Javier Gutiérrez Lagos.