La pobreza de tercer mundo
Según informes de la Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por sus siglas en inglés, en el mundo 1,020 millones de personas pasan hambre hoy en día, y 1,300 millones sobreviven con menos de un dólar al día. Estas cifras se contradicen con la Misión de organismos multilaterales como el Banco Mundial, quien en su sede central en Washington ha tallado en piedra señalando: “Nuestro sueño es mundo sin pobreza”.
Las estadísticas nos muestran solo los puntos importantes, pero no los esenciales, por ejemplo: no mencionan que en algunos países del tercer mundo, pocas personas son adineradas, y en Nicaragua no es la excepción, donde unas 200 personas se les considera ricas e incluso compiten (por la magnitud de sus fortunas) con homólogos de la región americana. Entre estos se encuentran empresarios de los sectores: lácteos, cárnicos, construcción, banqueros, distribuidores de energía, combustibles, etc., algunos de vieja data y otros de la “nueva ola de ricos”.
En este sentido quiero mencionar una enorme diferencia entre ser pobre de un país de primer mundo y el de tercer mundo, el primero muchas veces recibe apoyo del Gobierno, como en los Estados Unidos y Europa, donde hay albergues para los más pobres, asimismo a algunos se les entregan bonos y/o cheques para el llenado de la despensa, paliando el hambre inmediata y el anhelo futuro, recibido este como fondo por desempleo.
En Nicaragua, es común que en algunas viviendas habiten hasta tres familias, todos compartiendo la misma olla, la problemática se agudiza por las subidas intempestivas en los precios de la canasta básica que ronda los 13,000 córdobas, y el incesante desempleo que reina en la capital y las comunidades del país.
Los problemas han aumentado en el área rural, debido a la inmigración de los campesinos hacia la urbe, ya que al no encontrar medios económicos para labrar la tierra, mal venden sus propiedades, creyendo según ellos, que en la ciudad les irá mejor; lo que hacen con eso, es acabar con la mano de obra del territorio, lacerando la microeconomía. Aspecto que no ha podido resolver el actual Gobierno, donde el ochenta por ciento de la fuerza laboral del país, coquetea con el empleo informal, respectivamente.
Finalmente, sería interesante averiguar por qué el actual Gobierno no quiere elaborar el Censo de Población y Viviendas, mismo que se había venido trabajando en el país cada diez años, con fondos de la cooperación internacional para empadronar a los nicaragüenses. Este censo es una herramienta importante para contabilizar a las personas; viviendas y sus tipologías constructivas; condiciones de vida de la gente e inmigraciones recientes, etc., asimismo, es útil para proyecciones en la elaboración de Planes de Desarrollo Municipal, Regional y Nacional.
Este proceso de empadronamiento sirve además como elemento de consulta para medir la pobreza y revisar si apostamos a incidir en los objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM), principalmente los que tienen que ver con la reducción de la pobreza.
Salomón Samuel Mendoza Suárez. Municipalista.
Abstenernos a votar o votar nulo
Desde la verdadera oposición democrática nicaragüense se ha venido denunciando la farsa electoral organizada y orquestada por la dictadura sandinistas y los micropartidos zancudos pactistas, farsa electoral con la cual el pueblo de Nicaragua se ha ganado que el Congreso de los Estados Unidos (EE.UU.) esté por aprobar sanciones económicas y diplomáticas. Pero también la oposición ha venido haciendo el llamado para que los verdaderos hijos de Nicaragua no nos prestemos a esta farsa electoral y nos abstengamos de votar o votemos nulo.
Para aquellos que todavía no saben qué cosa es abstenerse de votar, les explico que es no ir a las Juntas Receptoras de Votos (JRV) a depositar nuestro voto, mientras que ejercer el voto nulo es ir a su JRV y marcar en cada boleta por más de dos veces en contra de esta dictadura y farsa electoral.
El llamado a votar nulo es a los trabajadores del Estado, porque los organismos de represión de la dictadura, como lo son los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) y los Comités de Liderazgo Sandinistas (CLS) van a estar vigilando que aquel que le trabaja al Estado salga de las JRV con el dedo manchado, como prueba que ya votó. Entonces para que no los vayan a correr de sus puestos de trabajo por abstenerse de votar, deben concurrir a las JRV y anular sus votos. Al votar nulo están haciendo patria y diciendo basta ya de dictaduras y de opresión y represión en las instituciones del Estado. Los que no trabajan para el Estado y no pueden ser reprimidos por no votar, simplemente deben abstenerse de ir a las JRV y demostrar con su ausencia de los centros de votación el repudio a la dictadura.
Máximo M. Castillo (Mexicano)
Alonso Luna Sándigo
Alonso Luna Sándigo nace en Granada el 28 de octubre de 1934. Padre de nueve hijos, Walter, Judith, Claudia, Xiomara, Alonso, Lizbeth, Yamileth, Marisol y Carolina, la menor. Carente del cuido parental porque fue criado por sus padrinos, la pobreza obligó al joven Alonso a abandonar ese hogar para irse a la capital y buscar trabajo.
Luna aportó sus valores en la conducción y el camino de la vida de sus hijos. Trabajó en una aceitera y de pronto apareció en Radio Mundial, en los controles. Alonso, como decía en el libro El sueño de un radiodifusor el doctor Danilo Aguirre Solís, “con la seriedad y disciplina de un soldado que cuida su cuartel abría religiosamente la radio en la mañana y los controles eran como teclas de pianos en sus manos”. Por ser acucioso y prodigioso se destacó en el monitoreo de noticias nacionales e internacionales, también incursionó en la parte periodística en la mejor época de la Mundial. Por razones especiales tuvo vínculo en la actividad política, tanto en el Partido Conservador como con el Frente Sandinista posteriormente, pero de manera indirecta. Daba la casualidad que una madrugada que estaba haciendo controles para la Mundial, los comandos sandinistas llegaron a tomarse la Radio y coincidentemente lo agarraron a él. Tuvo vínculos con los comandantes Daniel Ortega y con Bayardo Arce en el campo periodístico
Su única participación cercana al triunfo de la revolución fue en la insurrección final en las actividades de apoyo construyendo barricadas en el barrio San Judas, donde actualmente vive. Luna Sándigo en la época de oro de la Mundial, no solo estuvo en los controles, también se destacó en el ejercicio del periodismo pues tenía un programa de vínculo con la población, específicamente en el monitoreo del costo de la canasta básica. Y a pesar de no contar con los recursos tecnológicos que existen ahora, estaba al tanto del acontecer internacional para ser referencia a los tomadores de decisiones. Por su destacada labor, perseverancia, honradez y eficiencia, recibió reconocimiento como controlista en Panamá y Puerto Rico y diferentes generaciones de periodistas le han hecho ese reconocimiento.
Compartí con él en el ámbito laboral, en la Radio Mundial, desde los años setenta hasta en los ochenta. Nos cubre una amistad sin fisura. A ese hombre, el patriarca de los Luna Doña, al verme en el espejo quisiera verlo a él, porque como dijo George Herbert: “El mejor espejo es un viejo amigo”. Alonso Luna Sándigo sin ser mi padre biológico es mi padre, alguien a quien también debo mi respeto y mi cariño. Escribo esto como un justo reconocimiento a un hombre de radio que merece ser recordado en vida y como un llamado a las distintas asociaciones de periodistas a que se acuerden de Alonso Luna Sándigo, el pianista de los controles de la radiodifusión nacional.
Pedro David González Pérez.