Así alteraron boletas
Me pregunto por qué un político zancudo dijo que el proceso electoral fue transparente y que el matrimonio ganó legalmente, si ellos no tuvieron quién los representara o defendiera en ninguna instancia del Consejo Supremo Electoral (CSE), ni siquiera en las Juntas Receptoras de Votos (JRV). Además que la verdadera oposición fue sacada de la Asamblea Nacional y de la contienda electoral.
Cuando entregan el Partido Liberal Independiente (PLI) a Pedro Reyes, este recibe solo sellos del partido. La estructura organizativa del PLI de Montealegre le dice no. Por tanto Reyes no cuenta con estructura y solo le queda cumplir con el plan que le habían ordenado: entregar el tendido electoral al orteguismo, que de esta manera cuenta en las mesas con un presidente y además con el primer miembro que le tocaba regalado por Reyes. Los otros partidos zancudos no tienen estructura para nombrar al segundo miembro que le corresponde y el orteguismo se hace con los tres cargos de la JRV, disfrazando de pluralismo político la mesa electoral. Lo mismo pasó con los fiscales, a cada partido zancudo le nombró un fiscal que en realidad era un militante orteguista.
Al momento del escrutinio en que se cierra la JRV porque ya no hay votantes, solo quedan dentro del aula del colegio u oficina los miembros que conforman la mesa electoral y los fiscales que se hacen pasar como si fueran de los partidos políticos zancudos que participaron en la farsa electoral.
Al presidente de la mesa le corresponde contar todas las boletas utilizadas y el primer miembro anotar en las hojas de trabajo o borrador la suma de las boletas para después pasarlas al acta original. Proceden solo a contar las boletas marcadas sin embargo no anotan nada en las hojas de trabajo.
En todos los casos posiblemente utilizaron el mismo procedimiento, esto lo realizaron en Managua según declaraciones de los propios orteguistas que realizaron el fraude.
Los votos marcados a favor del orteguismo los separaron pero eran muy pocos, entonces la instrucción era llenar las boletas que se encontraban en blanco por la cantidad necesaria para ajustar las cuatrocientas boletas a favor del matrimonio. En caso de haber boletas marcadas a favor de un partido zancudo, se anulaba y se reponía con una boleta que estaba en blanco de la cual tenían suficientes para realizar los cambios que fuera necesario. Una vez realizado el operativo cambio de boletas, procedieron a elaborar las respectivas actas sin enmendaduras ni borrones. En algunos casos las actas reflejaron sumas mayores a las cuatrocientas establecidas por ley porque los orteguistas llenaron todas las boletas de más que habían recibido a favor del matrimonio pero esas actas nunca son cuestionadas.
Ya le han cumplido a los partidos zancudos por haberse prestado a la farsa. Según las actas, salvo alguno de ellos no tienen derecho a ningún diputado, pero Ortega tiene que cumplir y repartir entre quince o veinte diputaciones a quienes mejores se portaron, independientemente del número en que aparecieran en la boleta electoral. Lo mismo pasa con las diputaciones al Parlacen.
Los zancudos se pelean entre ellos por los sueldos y otros beneficios que da el cargo de diputado.
Alejandro Calero Dávila.
Importancia de la educación
Si lo que se pretende es anular la conciencia religiosa del pueblo, y además, no se respetan los principios esenciales de la ley natural, no extrañe a nadie que nos encontremos con tantos problemas morales, que por supuesto, no se resuelven con medidas penales, como estamos viendo. Hace falta una “formación integral”, incluida como es natural la religiosa, que comienza en el seno de la familia y debe completarse en escuelas Normales, es decir, no instrumentadas por ideologías de ningún género.
Algo va mal en España, cuando las universidades, antes tan universalmente consideradas, hayan caído tan bajo. Da qué pensar.
Sobre educación no habrá nunca consenso, porque los partidos políticos están más preocupados por sus intereses que por el bien de España, Nación, Patria, Autonomía, Comunidad, etc. o como se quiera llamar al solar en el que habitamos. Malo es también, que no haya consenso en cómo llamarle.
Sin una educación de base religiosa es imposible conseguir un nivel moral pleno. No basta con instruir, hay que educar.
Instruir es, por ejemplo, dar a conocer las reglas de un determinado deporte, o de cualquier otra materia. Educar es otra cosa, para eso hace falta experiencia, cultura y capacidad de amar, de amar al otro, querer su bien, y esto se consigue solo en el seno de la familia y por elevación, en los que se dan al servicio de Dios y del prójimo. Y nadie puede vivir ese amor si antes no se le ofrece una formación integral, humana y religiosa a la vez.
La realidad que estamos viviendo es que, o nos damos toda clase de “Derechos humanos”, que nadie cumple o nos inclinamos por “planteamientos autoritarios” siempre dañinos, como demuestra sobradamente el devenir de la historia. Así de triste es cuando nos apartamos de nuestra condición de criaturas dotadas espiritualmente, porque se está perdiendo la conciencia moral de la existencia humana.
Varios siglos antes de Cristo, un griego ateniense, Sócrates, reconocido como el Padre de la Filosofía Moral, nos dejó esta sentencia: “El conocimiento es la virtud, y solo si se sabe, se puede divisar el bien”.
¡Cuánto podemos aprender de nuestros antecesores! Destruir es propio de bestias, para construir se precisan maestros. El odio rompe, el amor une. Toda enseñanza que no vaya dirigida al “bien común”, a trabajar por la paz y la unión fraterna entre todos, a mí me parece que es puro egoísmo personal de algunos líderes, que se creen omnipresentes e imprescindibles.
En definitiva, para que la convivencia terrena sea eficaz y buena, debe estar inspirada por el amor, no por la indiferencia, o el odio.
Antonio de Pedro Marquina.
Nacho Duarte
Falleció don Ignacio Duarte Enríquez, personaje histórico, legendario chontaleño de Comalapa, conservador de cepa, de nacimiento, sobrino carnal del general Emiliano Chamorro Vargas. Mártir de los vejámenes de la dinastía somocista, fue el primero en acudir junto con Gustavo Ortega al llamado de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, llevando un contingente de cuapas, camoapas y comalapas a Olama y Molejones, armados con lo que pudieron pero con el corazón henchido de esperanzas. A Gustavo le tocó el exilio y a Nacho Duarte la rajada de cabeza, y la gran malmatada que le dio la Guardia y mucho tiempo de cárcel.
Cuando en León le disparan a Somoza García, Nacho fue de los primeros que agarró la Guardia, junto con todos los conservadores que era casi todo Chontales. Cayó Julio Lacayo, todos los Fernández, hasta mi abuelo de más de ochenta años, estuvo preso. Él les decía en la cárcel: no se aflijan muchachos, Julito, yo ya estuve aquí junto con tu papá, con tu abuelo, y ahora con vos. Y todavía estoy vivo.
En los años cuarenta Nacho vivió en Granada, manejando una agencia de productos chontaleños que traían las lanchas a Granada de los puertos de la Estrella y otros, viajando por el lago. Esa agencia la puso mi madrina Estebanita Enríquez de Enríquez, hermana del general Chamorro Vargas. En Granada, Nacho Duarte que parecía un Jorge Negrete por su guitarra y sus canciones tuvo muchas admiradoras. Regresó a su pueblo, adquirió su finquita, le puso Jalisco. Cuando sus hijos crecieron se pasó a Juigalpa, vendió su Jalisco Y hasta de futuro vendió la herencia de su tío Emiliano y fue a comprar tierras en buenos lugares hacia el Atlántico. Su esposa, Daysi Sobalvarro, mujer ejemplar con grandes principios morales, era de La Libertad, sus hijos Nachito, Memo, María Eugenia, regios muchachos.
Para mí, Nacho fue como un hermano, apreció y quiso mucho a mi esposo, Pepe Prego Guerrero.
Se sigue desgranando la mazorca, de los viejos conservadores, los de verdad, los que sonaron igual al doctor Chamorro: hacer de Nicaragua una República.
Thelma de Prego.