La ola de accidentes de tránsito ha ocupado los principales titulares de los medios durante las últimas semanas, contabilizándose hasta el sábado 11 de febrero 97 muertes por accidentes de tránsito en los 42 días transcurridos del 2017. Hagamos una proyección de lo que será el año, de continuar esta alarmante tendencia.
Según el registro de la Policía Nacional, en el 2016 se contabilizaron 789 muertes. Si la racha de muertes por accidentes de tránsito continúa a este ritmo, tendremos al final del año 843 muertes (365 x 97/42 = 843).
Revertir esta tendencia es tarea de toda la ciudadanía, incluso de los peatones y no solo los que conducen automotores, sino bicicletas y carretones. Incluso, de los que repastan semovientes en las carreteras. No se necesita una nueva ley, ni mucho menos endurecer las multas que ya son muchas y onerosas, pero sí aplicar la ley donde no se aplica, y realizar una campaña nacional de radio y televisión de educación y responsabilidad vial.
Hay infracciones de tránsito que se dan a diario a la vista de la Policía Nacional, por ejemplo: si solo los conductores de moto supieran que la ley les prohíbe aventajar por la derecha como lo hacen a menudo en las pendientes, o que en las horas pico de tráfico en las autopistas de Managua vayan aventajando a todos los vehículos en zigzag, tanto por la derecha como por la izquierda, con tal de llegar antes al próximo semáforo y ponerse en la punta.
El artículo 22 de la Ley de Tránsito obliga a todos los propietarios de medios de transporte con tracción animal o humana, no solo a estar registrados debidamente en la Alcaldía, sino a portar señales lumínicas de dinamo o reflectivas en sus vehículos, como un elemento fundamental para ser vistos de noche.
Ya no digamos con los conductores de vehículos automotores, particularmente motos, que circulan raudas de noche sin luces traseras y/o delanteras, exponiendo sus vidas y exponiendo a otros conductores a destrozar las suyas en un accidente de tránsito.
También los conductores no deben aventurarse a la carretera sin tener la certeza del buen estado de sus vehículos, porque exponen sus vidas y las de los demás. El accidente más impactante este año donde fallecieron 5 personas de una misma familia el pasado 31 de enero en la carretera El Cuá-La Dalia tuvo su origen en que al vehículo se le fueron los frenos.
La campaña de capacitación y concienciación de los conductores que según el comisionado Roberto González Kraudy ha emprendido la Policía a nivel nacional, es un buen paso en la dirección correcta.
No puede ser que los buses y taxis continúen estacionándose en el centro de la vía para bajar pasajeros ignorando las bahías que a veces están al lado y se han construido para que el abordaje de pasajeros sea seguro y para que este proceso no retrase la circulación vehicular.
Creo que en el caso de las motos, debe de haber un control más estricto en la entrega de licencias, pues gran parte de los accidentes son debido al irrespeto de la ley de parte de los motorizados, ya sea por desconocimiento, rebeldía o por irresponsabilidad temeraria con sus propias vidas.
Una medida de educación vial que se debe de implementar inmediatamente es que en las carreteras de dos o más carriles, los vehículos de tráfico lento circulen por el carril derecho para no obstaculizar el tránsito y no forzar a que, para ser aventajados, los conductores deban ir en zigzag de un carril a otro.
Por otra parte, se debe ceder el paso al peatón. Esta regla elemental de cortesía, no es respetada ni siquiera en los atiborrados centros comerciales por precisados conductores que piensan que es el vehículo el que tiene el derecho de vía (por la fuerza) y no el frágil peatón.
Finalmente, lo que se ha dicho mil veces: tomar y conducir es la fórmula trágica de la accidentalidad vial en todo el mundo. La Policía hace bien cuando realiza operativos preventivos para evitar que una persona con un grado alcohólico mas allá de lo permisible, se ponga al volante, ya no digamos, de un vehículo de transporte colectivo, un cabezal o una frágil moto.
El autor es periodista y ex ministro de turismo.
