Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, celebró el inicio de la Cuaresma encontrándose con los enfermos de un centro hospitalario privado de Managua, donde celebró la eucaristía a la que asistieron pacientes, personal médico y administrativo del hospital.
Abrir el corazón
El obispo auxiliar, en su homilía manifestó su cercanía y oración por los enfermos y al mismo tiempo brindó su mensaje para este tiempo litúrgico, que consiste en 40 días de ayuno y oración para la conversión.
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“Mi mensaje de Cuaresma se ilumina a la luz del papa Francisco: Descubrir a Dios en el rostro de los demás. Acoger al otro como un don. Yo creo que la Cuaresma tiene que ser un tiempo para abrir el corazón a los otros”, reflexionó Báez, doctor en las Sagradas Escrituras.
La Cuaresma es un tiempo donde la Iglesia también llama a la caridad con los más débiles.