Héroes y villanos
Esta podría ser una historia de héroes y villanos. El general Óscar Mojica, Presidente del INE, anuncia que, “gracias al esfuerzo del Gobierno de nuestro Comandante Daniel y de nuestra Compañera Rosario”, tendremos “un aumento muy moderado del dos por ciento de la tarifa eléctrica para los próximos meses” porque el precio del búnker aumentó. ¡Vivan los héroes! Que según los cálculos el aumento debía ser del 14 por ciento, dijo Mojica, que los generadores (¿serían los villanos?) pedían el 8.73 por ciento, insistió, y que el Fondo Monetario Internacional (el supervillano) hasta quería eliminar el subsidio a “800 mil familias nicaragüenses”. Pero no, ahí estaban los santos padres de la nación extendiendo su manto protector sobre este sufrido pueblo y con voz misericordiosa dijeron: que sea el dos por ciento. Y dos por ciento fue el aumento. Gracias, muchas gracias.
Mal cuento
Un momento… Esta historia está mal contada. ¿No es que el preció del búnker ha estado bajando desde hace cuatro meses? ¿Y no es que Bayardo Arce decía que el precio del petróleo no era tan importante para fijar los precios de los combustibles? ¿Y no son acaso “el comandante Daniel y la compañera Rosario” los dueños casi absolutos de la generación, distribución y comercialización de la energía eléctrica en Nicaragua? O sea, los que ganan con el aumento. ¿Por qué Mojica no mencionó nada de esto en su letanía? Esta es una historia de puros villanos.
Patada en el trasero
Lo más extraño que sucede en este país es que aún hay personas, que por razones de sus afinidades políticas defienden las alzas de los negocios de la familia Ortega como si fuesen propios. ¿Se puede entender eso? Si hay algo que afecta a todos por parejo es el alza en la energía y los combustible. Cuando Ortega se ha negado a bajarle a la tarifa a pesar de los bajos precios del petróleo, en realidad nos está robando nuestro dinero a todos, orteguistas, liberales, sandinistas y sin partido. Cuando anuncia alzas nos está metiendo la mano en la bolsa a todos igual. Así que defender por “política” los intereses de un empresario es tan servil como besar la bota que les da una patada en el trasero.
OcupaINSS
Se acuerdan cuando apenas en el 2013 todo el oficialismo se dejó ir contra los jóvenes de OcupaINSS porque “estaban politizando” la lucha de los ancianos. Era, decían, la derecha montándose inescrupulosamente sobre este reclamo justo con fines politiqueros. Pues hace unos días, nuevamente eran jóvenes los que llegaron con los viejitos a las puertas del INSS. Solo que esta vez, a estos jóvenes ningún policía los detuvo, el presidente del INSS hasta salió a recibirlos y darles explicaciones, nadie les robó sus carros, sus computadoras o celulares, no estaban los camiones de la alcaldía movilizando turbas para agredirlos, y nadie, ninguno de los que ayer se indignaron por el “uso político de los viejitos” dijo una sola palabra por las banderas rojinegras que llevaban, ni por las consignas partidarias que gritaban los miembros de las Juventud Sandinista.
Unos más que otros
Si hubiese más franqueza en nuestras leyes, la Constitución Política debería integrar aquella sentencia de George Orwell en Rebelión en la Granja: “Todos somos iguales pero algunos somos más iguales que otros”. Porque no solo se trata de que si un joven apoya a los ancianos sea un crimen y si los apoya otro sea “solidaridad”, sino que quieren imponernos un modelo de sociedad con derechos y obligaciones diferenciados para unos y otros, sobre todo en la justicia donde descaradamente se decide quién tiene la razón y quien no en función de su cercanía al grupo de poder.
Condenas
Déjenme contarles otra historia triste. Recientemente la hija de un mandamás participó en un accidente que le costó la vida a una persona y lesiones graves a otro. Tanta confianza hay en este sistema de justicia que todos sabíamos que jamás la hija de un poderoso iba a pagar por un delito. Efectivamente, la Policía concluyó que la muchacha está libre de culpa y el culpable resultó quien se suponía era la víctima, con lo cual, si son ciertas las versiones de los testigos, no solo se estaría exonerando a la culpable, lo cual ya se veía venir, sino, peor aún, condenando a un inocente.
Sociedad al revés
Yo no sé ustedes, pero a mí no me gusta una sociedad donde el presidente es el dueño del monopolio de la energía, nos cobra lo que quiera y todavía pide que le agradezcan por ello. No acepto una sociedad donde se tenga por héroes a los villanos. Una sociedad donde hay derechos diferenciados para unos y otros según la camiseta partidaria que vistan. No quiero una sociedad donde se liberan a los culpables y se condenan a los inocentes. Donde solo se puede elegir al mismo de siempre. No pienso como algunos empresarios, que Nicaragua debe adaptarse a Daniel Ortega para cuidar la estabilidad y el crecimiento económico, sino que insistiré, aunque aburra, que todo presidente que llegue, sea Daniel Ortega o quien sea, debe adaptarse a Nicaragua y sus ciudadanos. No al revés. Ese es el crimen.