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Cartas al Director, farsas electorales

Cartas al Director

Los mexicanos están trabajando hombro a hombro para rescatar a posibles personas atrapadas bajo los escombros o recuperar cadáveres. Esta solidaridad entre los mexicanos asombra pues no parece el México que se desangra por los cárteles de la droga y que mata a toda persona sin distinguir.

México, sí a la vida
El planeta ha desatado su furia a través de la naturaleza, huracanes, terremotos y sequías. Pero a México lo castigó con fuerza, primero un huracán, después un terremoto y a los ocho días otro terremoto que coincidió con el ocurrido hace 32 años.
En México la vida no vale nada, dice una canción, y pareciera que es cierto. Hace diez días una joven, Mara Fernanda Castilla, fue asesinada por un conductor de Cabify, supuestamente “taxi seguro”.

Los mexicanos están trabajando hombro a hombro para rescatar a posibles personas atrapadas bajo los escombros o recuperar cadáveres. Esta solidaridad entre los mexicanos asombra pues no parece el México que se desangra por los cárteles de la droga y que mata a toda persona sin distinguir entre niños o adultos y de forma inimaginable.

El territorio mexicano es inmenso y el segundo terremoto afectó más de cuarenta municipios, sin duda una inmensa cantidad de personas están damnificadas esperando la ayuda o solidaridad del pueblo, bueno sería que esta solidaridad que han demostrado por lo menos en estos días permaneciera en ellos para que el terremoto que ha sido doloroso, también haga florecer el amor a la vida, que el mexicano se dé cuenta que no vale la pena morir o que lo maten por asuntos de droga.

Si hoy se rescata a una persona de los escombros de un edificio  así se debe rescatar a toda persona que esté en los vicios de la droga,  la solidaridad no es un momento solo porque hubo terremoto, tiene que estar siempre.

México debe decir no a los cárteles de la droga que son la verdadera desgracia, peor que los terremotos o los huracanes que han sacudido el suelo azteca. Sin duda, sin esos cárteles de drogas sería un país mucho más próspero. El gobierno debe involucrar a la juventud —que está sumida en drogas— en la reconstrucción de las zonas afectadas y trabajar hombro a hombro con ellos, eso es solidaridad. Pero solamente después que pase la emoción del terremoto se podrá saber hasta dónde llega la solidaridad mostrada hasta hoy.

Quisiera ver una sociedad organizada y disciplinada a como lo hizo Japón tras el tsunami en 2011, quiero  ver que desaparezcan los cárteles de droga que están matando a sus hermanos, mientras otros luchan por mantener con vida a las víctimas atrapadas, otros luchan por matar, por aniquilar a mexicanos.  México ha dicho sí a la vida, no a la muerte.

México tendrá que empezar de cero con las personas que han perdido todo, pero no solo los mexicanos han sufrido. En el Caribe los huracanes barrieron literalmente las pequeñas islas que por su naturaleza no cuentan con defensas ante semejantes monstruos, Puerto Rico fue abatido, la población no cuenta con energía eléctrica, no hay comunicaciones.

También los mexicanos debieran ser solidarios con los migrantes y no verlos como una oportunidad para robarles todo, la solidaridad es con todos y entre todos y siempre, no solo en momentos de desgracia.
Alejandro Eliseo Calero Dávila.

 

¿Dónde está Dios?
El día lunes 26 de septiembre en estas  páginas de opinión  del Diario LA PRENSA se publicó un artículo de la periodista Gina Montaner, titulado: ¿Está Dios con nosotros? La persona que lea ese artículo no va encontrar una respuesta contundente. Indudablemente se trata dónde estaba Dios para las víctimas de los huracanes Irma y María en Puerto Rico. Y lo mismo para las víctimas de los dos terremotos en México.

El ser humano tiene erróneamente en su primera impresión echarle la culpa a Dios de estos terribles males, porque no encuentra una explicación inmediata. Es bastante fácil poner a Dios como culpable de las tragedias de la naturaleza. En este escrito trataré de demostrarle que Dios no es el culpable de estas muertes.

México tiene para 2017 una población de más de 130 millones de personas, cuando se da el sismo Dios está con ellos, con todos esos millones y no les sucede nada, solo se van a dar un estimado de 700 personas fallecidas, cuando se termine el escombreo. En Puerto Rico cuando pasan los dos huracanes, Irma y María solo se dan 12 fallecidos, Dios estaba protegiendo los tres millones y medio, que es la población total de Puerto Rico.

Dios no tiene la culpa que los edificios y casas que se derrumbaron por los terremotos sean antiguos y obsoletos.  Japón que es un país con una altísima sismicidad, aprendió la lección y sus construcciones son muy buenas para resistir terremotos, por eso tiene un número bajo de víctimas, cada vez que hay terremotos en ese país. Lo mismo se aplica con las construcciones de casas y edificios para los huracanes, no es culpa de Dios estos asuntos. El colegio Rébsamen se cayó como un castillo de naipes y mató a muchos niños y maestros. ¿En qué podemos culpar a Dios por esa construcción a todas luces insuficiente para resistir terremotos?

Creo que México como Japón va a aprender de esa dolorosa experiencia y el próximo terremoto, pues tengamos  por seguro que  habrá más terremotos, estarán mejor preparados para sobrevivir las embestidas de las placas tectónicas que mueven la tierra. Y dejemos a Dios tranquilo, que estuvo muy ocupado recibiendo a todas las víctimas en el cielo.

Se dice que cuando una persona nace hay mucha alegría en la tierra en su familia, pero en el cielo hay mucha tristeza pues un angelito se fue del cielo. Cuando una persona fallece hay mucha alegría en el cielo, pues el angelito regresó y en la tierra mucha tristeza. Así es nuestro destino,  si creemos en Dios.
Álvaro Espinoza Medina.

 

Los tiranuelos
El presidente Danilo Medina ha tenido la suerte de que el gobierno venezolano y la oposición aceptaran su invitación a la República Dominicana para intentar un diálogo entre las partes en conflicto. El presidente Medina está acompañado por el exjefe del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero. Dicen que a la tercera es la vencida.  Este es el tercer intento para un diálogo desde el 2013.

En la conversación han acordado que México, Chile, Bolivia y Nicaragua se integren y, asimismo, la posibilidad de que dos países europeos sean incluidos en la mesa del diálogo. Según las informaciones las condiciones de la oposición para establecer un diálogo son: elecciones presidenciales en el 2018, liberación de los presos políticos, levantamiento de la inhabilitación política a dirigentes opositores, respeto a las competencias del Parlamento y  atención inmediata a la crisis económica y social.

Por su parte, el Gobierno de Venezuela quiere la aprobación de la Asamblea Constituyente que le permitiría buscar recursos sin la aprobación del Parlamento de mayoría opositora  y, al mismo tiempo, con el poder de la Constituyente podría desconocer los acuerdos alcanzados.

Dice el presidente dominicano que “avanzamos en la definición de una agenda de los grandes problemas de Venezuela”. Mientras, el líder opositor Henrique Capriles dice que “no es optimista con ninguna negociación con una dictadura que no respeta la Constitución” y agrega que “no está planteado un reconocimiento a la Constituyente fraudulenta”.

Dice Maduro que hemos logrado que después de semanas enteras de conversaciones estemos próximos a un acuerdo de convivencia política, de paz y soberanía entre la delegación de Venezuela y la oposición venezolana, estamos cerquita. Agrega el presidente venezolano que “es un importante logro histórico el que haya podido instalarse formalmente y oficialmente la mesa de diálogo para la búsqueda de la paz duradera en el país”.

Por supuesto, no podía faltar. Nicolás Maduro arremete contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la convocatoria a una reunión con líderes iberoamericanos para debatir la crisis venezolana.

Decía Simón Bolívar: “La gran Colombia (luego fragmentada en Colombia, Venezuela y Ecuador) caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada para después pasar a tiranuelos de todos los colores y razas”. Parecería que los tiranuelos aún se pasean por los contornos iberoamericanos. ©FIRMAS PRESS.
Violeta Yangüela.

Cartas al Director desastres naturales Nicaragua

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COMENTARIOS

  1. Eddy
    Hace 7 años

    Alejandro Eliseo Calero Davila,excelente comentario,es lo que todos pensamos,pero que nadie se atreve a exponer,Mexico era hermoso y feliz,como de pronto de convirtio en el centro del terror y muerte? Que este momento se mantenga y los mexicanos no pierdan este entusiasmo para vencer cualquier adversidad que se les presente.

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