La realidad va más allá de los números. A veces en el boxeo tres victorias valen más que 15, y tres años menos que uno. Para el primer combate de Alexander Espinoza en Rusia contra Mikhail Aloyan, se podría decir que las estadísticas son engañosas. El que tiene más experiencia en el boxeo profesional se ve menos experimentado y el que sumará su cuarta pelea salta como favorito. ¿Cómo es posible esa paradoja?
El talento como arma principal y una vasta carrera en el boxeo amateur son los dos principales argumentos que sostienen al “muchacho” que empieza en el profesionalismo ser catalogado como favorito. Además, que pelea en casa, ante su público y ante “sus jueces” por el título Internacional de las 118 libras de la AMB.
El boxeo ha dejado enseñanzas claras que nada es definitivo y a pesar que la balanza está señalando a Aloyan, si se parte de los combates anteriores, los cuales fueron ante peleadores nicas (Yader Cardoza, Hermógenes Castillo y Marvin Solano) ha ganado sin discusión, de eso no hay duda, pero queda la sensación que aunque haya recorrido toda la ruta, el ruso es demasiado cauteloso en la dosificación de sus energías, por momentos parece que tiene miedo a quedarse sin aire y mengua su ataque, y en la última pelea cuando Castillo le respondió al tú por el tú, el nicaragüense salió mejor parado pero sus manos eran de algodón.
La clave de la pelea para Espinoza estará en su capacidad de ejercer presión y mantener el ritmo durante toda la pelea, porque se espera que falle constantemente, ya el coraje y lo trajo al nacer.